Batalla judicial soterrada en el llamado caso Brodie, en el que se investigan las supuestas irregularidades en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) durante la presidencia de Luis Rubiales. La decisión de la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 4 de Majadahonda (Madrid), Delia Rodrigo, de expulsar de la causa al presidente de LaLiga, Javier Tebas, que llevaba más de año y medio ejerciendo la acusación popular, ha provocado la rápida reacción de este para recuperar su papel en la investigación. La magistrada tomó esta decisión el 29 de abril tras aceptar la personación en la causa del organismo que preside el propio Tebas como acusación particular por lo que entendía que este debía dejar de ejercer dicha función “por razones obvias de orden y economía procesal”. En su recurso, al que ha tenido acceso EL PAÍS, el presidente de LaLiga considera la decisión de la jueza una “arbitrariedad” que ha dejado “huérfanos de toda defensa” sus intereses particulares en la causa al considerar que durante la instrucción “se han evidenciado nuevas pruebas e indicios” de que él fue víctima directa de la trama presuntamente encabezada por Rubiales. Tebas concluye que “existe un riesgo más que potencial de un vacío acusatorio en el supuesto de que LaLiga decidiera abandonar la acusación, o resultara expulsada de la instrucción” como le ha ocurrido a él.

La pérdida de la condición de acusación popular ―que había adquirido en noviembre de 2022― se produce solo dos semanas después de que Tebas presentase un recurso en el que salía en defensa del presidente en funciones de la RFEF, Pedro Rocha, quien acudió a declarar como testigo el 12 de abril y salió del juzgado como imputado. En el escrito de 11 páginas de extensión―que firma el propio Tebas en su condición de abogado―, el presidente de LaLiga afirmaba que esta imputación no solo se había realizado de manera irregular, sino que no estaba motivada al considerar que no había ningún indicio de criminalidad contra Rocha: “Los hechos delictivos objeto de investigación implican un grupo muy reducido y limitado de personas que se encontraban en lo más alto de la cúspide de la RFEF, y que operaban coordinadamente para eludir el conocimiento y control de terceros ajenos al estrecho círculo de confianza del presidente de la RFEF [Luis Rubiales], no obrando en la instrucción prueba que permita concluir que el señor Rocha formaba parte de ese círculo interno”, recalcaba para pedir la desimputación del directivo.

Aquel escrito provocó sorpresa en otros abogados personados en la causa, según ha constatado este diario, que destacaban que en un procedimiento penal no es sostenible ejercer el papel de acusación y de defensa a la vez. Estas mismas fuentes recordaban lo sucedido en 2013 durante la instrucción del caso Gürtel de corrupción política, cuando el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz revocó al PP la condición de acusador popular que ejercía desde cuatro años antes al constatar que en lugar de esta función, los representantes legales del partido estaban actuando en defensa de algunos imputados como el extesorero Luis Bárcenas; o su esposa, Rosalía Iglesias, finalmente condenados. Según destacó entonces Ruz, esta forma de proceder no era “congruente” con el papel de acusación. Fuentes del entorno del presidente de LaLiga consideran, sin embargo, que este caso no es igual e, insisten en que la defensa que Tebas hizo de Rocha no supone “ninguna contradicción” con la figura de acusación popular que ejercía aún en aquel momento. “La imputación de Rocha desvía la atención de los verdaderos culpables, que son Rubiales y [Tomás] González Cueto [el abogado que ejercía el papel de asesor jurídico externo de la federación]”, destacan estas fuentes para explicar el escrito del presidente de LaLiga.

Los intentos de Tebas de ejercer la acusación en su propio nombre en la causa se remonta a 2022. En noviembre de aquel año la magistrada admitió finalmente su personación con la premisa de que depositara en el juzgado una fianza de 10.000 euros. Entonces no le consideró afectado directamente por los hechos investigados y, por ello, en lugar de permitirle ejercer la acusación particular, le atribuyó la popular. Los intentos de Rubiales de expulsarle de la causa fueron entonces infructuosos y el 2 de diciembre de ese año la magistrada confirmaba su decisión. Desde entonces, Tebas ha presentado multitud de escritos solicitando la práctica de multitud de diligencias, entre ellas algunas relacionadas con la vivienda en Madrid que la Federación sufragaba a Rubiales o sobre el viaje supuestamente particular que este hizo a Nueva York y que presuntamente había sido pagado con fondos de su organismo.

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