Naturgy se hunde en Bolsa este martes después de que Taqa, el grupo energético emiratí, y Criteria, el brazo inversor de la Fundación La Caixa, hayan roto negociaciones para lanzar una ofensiva accionarial por la energética española. El holding informó este lunes a la Comisión Nacional de los Mercados de Valores (CNMV) que daba “por terminadas” las conversaciones con el grupo “sin que se haya alcanzado ningún acuerdo” para lanzar la opa. Un extremo que ha confirmado este martes Taqa, sin aportar más detalles. Las acciones de la compañía caen cerca de un 12% en los primeros compases, después de haber abierto más tarde por un exceso de volatilidad.
Tras tres meses a la espera de una opa que nunca ha llegado a materializarse, los mercados castigan ahora a la energética. Desde el anuncio de las negociaciones, en abril, hasta este lunes, la acción había se había revalorizado un 18% y había llegado a tocar los 25 euros. Este martes, en los primeros compases de la jornada, ha llegado a perder la cota de los 22 euros, lejos de los 27 euros por acción que se negociaron estos meses por la opa.
Las conversaciones se conocieron a mediados del pasado mes de abril cuando Taqa, un grupo de Abu Dabi prácticamente desconocido en España, reconoció que mantenía contactos con GIP y CVC, los dos mayores fondos accionistas de Naturgy, que habían dejado claro que querían salir de la energética. Al tener más del 20% respectivamente, y por superarse el límite del 30%, tendrían que haber lanzado una opa por el 100% de la compañía. Esto es, ofrecer a todos los accionistas comprarles sus títulos a un mismo precio.
En paralelo, Criteria admitió que negociaba con el grupo emiratí para lograr un pacto de accionistas que le permitiera mantener un control conjunto de la gasista. El Gobierno español fue informado de la operación que, en principio, vio con buenos ojos. La transacción, sin embargo, ha muerto antes de nacer.
El principal desencuentro ha sido, según varias fuentes, la diferencia “insalvable” sobre el precio de la compañía entre el comprador y los vendedores, especialmente CVC, “que llegó a tensar demasiado la cuerda hasta un peligroso regateo con el grupo emiratí”, que, finalmente, rompió la negociación el pasado fin de semana. Las mismas fuentes aseguran que CVC se mantuvo en un precio de 27 euros por acción, lo que suponía una valoración de Naturgy “insostenible” para el comprador.
Estos lodos vienen de polvos ya antiguos. GIP y CVC entraron en el capital de la compañía gasista entre 2016 y 2018, en sustitución de Repsol. Estos actores del mercado no funcionan como un inversor al uso: en un periodo de cinco o siete años, como el que ya ha pasado, suelen salirse de las compañías con sus plusvalías bajo el brazo. Esto, sin embargo, no ha ocurrido: unos días antes de que Vladímir Putin pusiese patas arriba el mercado energético europeo, Naturgy lanzó en 2022 el imaginativo plan Géminis, con el que pretendía escindir la compañía en dos: una que abarcase los negocios regulados y otra, los liberalizados. La idea era que los fondos se quedasen con los últimos, y pudiesen darles una salida fácil, mientras que Criteria se quedaba, con el visto bueno del Gobierno, con el sensible negocio regulado. La operación nació muerta y el Gobierno le dio la puntilla.
Así, la opa de Taqa y Criteria (que es el máximo accionista de la gasista) era la salida alternativa al bloqueo accionarial de la gasista, que vuelve a la casilla de salida. “Criteria seguirá buscando nuevas opciones y es posible que pueda aparecer otro grupo interesado, pero hasta que esto ocurra el precio podría verse negativamente afectado”, apuntan los analistas de Bankinter en su informe diario, donde cambian su recomendación de neutral a vender. El fondo australiano IFM podría ser una de esas alternativas. Desde el banco consideran que la reacción negativa de este martes podría ser de entre un 5% y un 10%.
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