No ha transcurrido ni un cuarto de hora de la derrota frente a Thiago Monteiro, cuando Stefanos Tsitsipas —apeado en su estreno en Madrid, doble 6-4— ya argumenta en la zona mixta el porqué de su derrota. El griego, reciente ganador en Montecarlo y finalista en Barcelona, se expresa con resignación. ¿Qué más se puede hacer frente a un adversario que ha conectado un 89% de sus primeros servicios? “Ha tenido a un gran rival al otro lado de la red. Le ha pegado muy bien a la pelota y me ha castigado cada vez que he jugado corto. Ha sido muy agresivo. Y yo me he sentido fuera del ritmo al resto durante casi todo el partido. Simplemente quiero felicitarle; no tengo nada que decir sobre mí. Así es el tenis. La vida sigue”, explica.
A Tsitsipas, un tipo singular, reflexivo y filosófico, no se le puede achacar demasiado. Para él ha sido, sencillamente, un día tan torcido como el que enmarca este sábado en la Caja Mágica, donde el agua cae con fuerza y el desorden domina en las diferentes estancias. El griego tampoco ha estado demasiado inspirado, de modo que se marcha del barrio de San Fermín mucho antes de lo previsto. La buena línea ofrecida en las dos primeras citas de la gira se disuelve y él —finalista en 2019, semifinalista en 2022 y cuartofinalista en la edición pasada— relativiza a su manera ante los periodistas. “Simplemente me centro en las bellezas de la vida”, dice; “el tenis está ahí, tengo la suerte de jugar todos los días. Debo que aceptarlo y seguir adelante. Quizá él estaba más preparado que yo”.
Prefiere Tsitsipas contemplar el tropiezo como un mero accidente, y confía en refrescar la mente en el intervalo que le conducirá a Roma, antesala de Roland Garros. Él se va, y luce esta mañana Jannik Sinner, incontestable frente a su compatriota Lorenzo Sonego. El principal cabeza de serie del torneo resuelve en 69 minutos (6-0 y 6-3), mientras que en la Pista 3, se anuncian buenas noticias: la erosión de Sara Sorribes surte efecto y cae la veterana Victoria Azarenka en un duelo de 2h 50m: 7-6(0) y 6-3. La española, por tanto, disputará por segunda vez los octavos en la Caja Mágica. Inmenso el reto: enfrente estará la número uno, Iga Swiatek.
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