La baronesa Thyssen, Carmen Cervera, opta a abrir un nuevo museo en Barcelona, que albergaría parte de su colección de arte. Para ello ha realizado, junto al fondo de inversión Stoneweg, una oferta a los propietarios del antiguo cine Comedia, que la están estudiando junto a otras ofertas, según ha avanzado el diario La Vanguardia. El edificio, en la esquina de la Gran Vía con paseo de Gràcia, se convertiría en un museo que alojaría parte de su colección privada de arte, así como diversas actividades culturales.

El proyecto es uno de los finalistas para el uso del edificio. Sus propietarios, las familias Pla y Planàs, han transmitido que la decisión aún no está tomada, que no se tomará en un plazo breve y que hay otras propuestas culturales que también están sobre la mesa y que se están considerando. La familia ha recibido una decena de opciones sobre el posible uso del inmueble.

Carmen Cervera ha afirmado a La Vanguardia que le haría mucha ilusión que este proyecto fructificase porque sería la mejor manera de homenajear a la ciudad que la vio nacer. “Poder albergar ahora en mi ciudad, Barcelona, un museo importante de algunas de las mejores obras del arte catalán es el mejor legado que puedo dejar a las siguientes generaciones”, ha señalado a La Vanguardia.

Fuentes del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza aseguran a EL PAÍS que el proyecto es una “iniciativa privada” de Cervera, sin relación con la sede madrileña. La baronesa Thyssen ya ha levantado museos en Málaga, Sant Feliu de Guíxols (Girona) y Andorra, donde se exhiben parte de sus cuadros.

Con más de un millón de visitas anuales, el Thyssen-Bornemisza de Madrid es uno de los museos más visitados de España. Creado en 1992, exhibe la mayor parte de la colección privada reunida durante siete décadas por la familia Thyssen-Bornemisza. Tras la muerte en 2002 del barón Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza, su viuda, Carmen Cervera, siguió su propia colección privada, ya como baronesa Thyssen.

La mayor parte de la colección privada de Carmen Cervera se exhibe en el museo nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid, que pertenece al Estado, con quien la Baronesa Thyssen firmó en 2022 un acuerdo de alquiler de sus obras que pueden verse en un anexo del edificio del paseo de la Castellana de Madrid. Ese acuerdo tiene una duración de 15 años, por el cual el Estado paga alrededor de seis millones de euros anuales.

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