Cuando se cumplen siete meses del inicio de la ofensiva sobre la Franja de Gaza, la bandera israelí ya ondea en el último punto que todavía no había sido ocupado del enclave palestino: el paso fronterizo de Rafah. Un día después de que miles de octavillas y mensajes enviados por el Ejército de Israel pidieran evacuar la zona, los carros de combate ya estaban tomando el control de una región que había servido de refugio para más de un millón de desplazado palestinos que huían de los combates en el norte.
Según un portavoz el Ejército israelí, el asalto del lado gazatí de Rafah la ha llevado a cabo la brigada 401 (compuesta en su mayoría por tanques) y la brigada de élite Givati. Según las autoridades del Estado hebreo, gran parte de la población pudo buscar refugio antes del inicio de la operación, algo que choca con la información que salió durante todo el día de ayer desde el terreno, ya que en el lugar se encuentran cientos de miles de personas. El propio gobierno gazatí, en manos de Hamás, alerto de que la orden de evacuación estaba teniendo una «respuesta limitada».
Al menos 18 gazatíes fallecieron la madrugada de este martes a causa de los bombardeos producidos en viviendas de la zona que había recibido la orden de evacuación. Por el momento el Ejército de Israel solo ha confirmado la muerte de 20 supuestos milicianos en la zona este de Rafah con cazas y tropas terrestres, además de haber descubierto tres túneles operativos de Hamás y destruido un vehículo con explosivos.
Además, la misma fuente castrense ha confirmado que el cruce de Kerem Shalom (entre Gaza e Israel) sigue cerrado desde el ataque de Hamás de hace varios días que acabó con la vida de varios soldados. Desde ese momento la ayuda humanitaria ha sido bloqueada, algo que también ha alertado la ONU.
Naciones Unidas ha advertido este martes que Israel no permite por el momento la entrada de ayuda a través del paso de Rafah que ahora está en sus manos. «Las fuerzas de defensa de Israel están ignorando completamente todas las advertencias de lo que esto puede significar para los civiles y para las operaciones humanitarias en toda la Franja de Gaza», ha denunciado el portavoz de la Oficina de Coordinación Humanitaria de Naciones Unidas, Jens Laerke.
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