Esa tarjeta regalo de Amazon que tu cuñada te regaló por tu cumpleaños de forma pasivo-agresiva también puede utilizarse como una moneda en la sombra si cae en las manos equivocadas. El canjeo de cupones electrónicos de más de un centenar de empresas, desde Amazon hasta la Casa del Libro, se ha convertido en una vía emergente para obtener criptomonedas sin tener que declararlas a Hacienda y garantizando el anonimato. Este mercado informal ha florecido en los últimos años gracias a nuevos brókeres de criptomonedas y plataformas virtuales que facilitan estas operaciones, accesibles desde foros de Internet.

La reventa de estas tarjetas, también llamadas “de circuito cerrado” porque solo se pueden usar en un comercio a cambio de criptomonedas, ha creado su propio mercado secundario gracias, principalmente, a que son casi imposibles de rastrear por los reguladores financieros. Son operaciones que tampoco son supervisadas por el Banco de España, ni pueden ser rastreadas por la Agencia Tributaria, según han confirmado fuentes de ambas entidades a CincoDías. Además, se beneficia de lagunas jurídicas dentro de la normativa europea sobre el uso de dinero electrónico. Chainalysis, una firma de análisis que rastrea transacciones de Bitcoin, puede ver cualquier transacción que ocurra en la cadena, como fondos enviados de una persona a otra, así como operaciones en intercambios descentralizados. Sin embargo, han confirmado a este periódico que “no tendríamos forma de aportar información sobre la compra de tarjetas de regalo”.

En la mayoría de los casos, las marcas que ofrecen estas tarjetas prepago no tienen conocimiento de su uso en el mercado secundario. Fuentes de la Casa del Libro han confirmado a CincoDías que el uso de sus tarjetas en proveedoras como BitRefill y Coinsbee les ha sorprendido: ”las tarjetas regalo de la marca solo se pueden usar en las tiendas de la Casa del Libro”, apuntan. El canjeo por criptomonedas tampoco está permitido. Así también, lo ha detallado el gigante logístico, Amazon, que acumuló 5.400 millones de dólares (5.039 millones de euros) en tarjetas no canjeadas al cierre de 2023. La tecnológica y ha alertado a sus consumidores que las tarjetas solo deberían usarse en sus tiendas.

Para Francisco Serantes, coordinador del Grupo de Expertos en IRPF de la Asociación Española de Asesores Fiscales (AEDAF), estas actividades pueden considerarse un delito fiscal, o incluso como blanqueo de capitales en caso de que los activos fueran adquiridos con dinero procedente de alguna actividad ilícita. “La Agencia Tributaria es, informáticamente hablando, una de las administraciones tributarias más potentes del mundo” ha manifestado Serantes. “Sin embargo, no creo que todavía pueda rastrear estas transacciones. Lo que sí puede es controlar a los intermediarios”. Las sanciones por no declarar tus criptomonedas en la Declaración de la Renta, según Serantes, “podrían oscilar entre un 150%, si bien por conformidad podría reducirse en un 30% por conformidad con la liquidación y un 40% adicional por conformidad y pago de la propia sanción”.

Los foros populares de plataformas como Discord, Reddit y Telegram han proporcionado un mercado no regulado para las transacciones peer-to-peer de Bitcoin, y están repletas de usuarios que buscan maneras de realizar transacciones sin usar monedas fiduciarias. “Quiero gastar parte de mis ganancias en regalos para mi hija de un año,” escribe un usuario de los Países Bajos en un foro. “Estaba pensando en utilizar criptomonedas directamente y dejar de lado al dinero fiduciario. ¿Alguien recomienda hacer esto?” pregunta. En las entrañas de estos foros, desconocidos intercambian tanto códigos como consejos para esquivar al sistema financiero tradicional.

En muchos casos, terminan intercambiando estas tarjetas (por debajo del precio nominal) en brókeres de criptoactivos como Paxful, BitPay o Coinsbee, aunque existe un sinfín de opciones. Estas proveedoras de pago— que representan más de la mitad de las transacciones de este tipo en Europa occidental, según Chainanalysis —actúan como una fintech y prometen ser una vía más segura para realizar estas transferencias. En Paxful, un bróker de cambio de criptomonedas que ofrece la opción de usar tarjetas regalo de 133 marcas, puedes canjear una tarjeta de Google Play por Bitcoin con un usuario anónimo como ‘LOVEBTC666666′ ubicado en China, que asegura ser ‘honesto y rápido’. El interesado le proporciona el código de la tarjeta con valor de 20 euros en las tiendas de Google Play y, a cambio, recibe 0,0003 en Bitcoin (cambio de moneda actual) del otro lado del mundo.

El usuario, con 1.261 transacciones previas, tiene 706 comentarios positivos para asegurar al cliente que es fiable, aunque tiene bloqueado a 84 personas y ha sido bloqueado por 32. Si el usuario se fía de la contraparte, solo tiene que introducir los datos de la tarjeta regalo y el código del monedero donde se quiere recibir la transferencia. A la inversa, se pueden vender criptomonedas como Bitcoin o Ethereum en uno de estos exchanges y pagar la factura en una gasolinera con una tarjeta regalo de Cepsa.

No obstante, aunque estas compañías realizan servicios bancarios, no están sujetas a la misma regulación que una entidad financiera tradicional. Por ejemplo, no todas estas empresas cumplen con los requisitos europeos de verificación o ‘conozca su cliente’ (KYC, por sus siglas en inglés), un riesgo que puede facilitar la proliferación de estafas. En Estados Unidos, 41.632 de las estafas reportadas en 2023 involucraron a tarjetas de prepago o regalo, según datos de la Comisión Federal de Comercio (FTC). En España, no se puede poner cifra a estas actividades. Fuentes de la Asociación de Inspectores de Hacienda han confirmado a CincoDías que no tienen conocimiento de estas empresas ni las actividades que están llevando a cabo en España.

En BitPay, por ejemplo, solo las transferencias por encima de los 3.000 dólares requieren que el cliente verifique su identidad. En cambio, Paxful, que mantiene que siguen los requisitos de KYC, sí exige que los usuarios se identifiquen por nombre, correo y DNI antes de realizar una transacción. El Banco de España cuenta con un centenar de firmas proveedoras de monedas digitales, pero ninguna de las tres empresas mencionadas aparecen en el listado. Fuentes del Banco de España han confirmado que el listado solo implica que las empresas cumplen con la normativa sobre prevención del blanqueo de capitales y no que estén bajo la supervisión de la entidad. BitPay y Paxful no han respondido a las peticiones de este periódico.

Allison Owen, investigadora asociada del Centro de Estudios sobre Delincuencia Financiera y Seguridad de RUSI, un think-tank con sede en Londres, cree que las jurisdicciones deben reforzar su regulación. Sin embargo, añade que rastrear las transacciones en los intercambios descentralizados no es del todo imposible. “No entiendo cuando la gente dice que es difícil rastrear las grandes bolsas descentralizadas,” ha apuntado. “Con las criptomonedas hay una gran oportunidad, tienes cierta trazabilidad en comparación con el dinero en efectivo”. Christian Menda, responsable de Chainalysis Iberia, ha manifestado que “la vigilancia, junto con unas políticas sólidas en materia de KYC es esencial para desarticular las redes que facilitan estos delitos”.

Bruselas quiere poner orden a estas transacciones. La Comisión Europea ha adoptado un nuevo paquete de requisitos para estos proveedores de cambio de monedas digitales. Entre ellos, estarán bajo la supervisión de una autoridad anti blanqueo de capitales y tendrán que endurecer su política de KYC. En Estados Unidos, la Comisión de Bolsa y Valores estadounidense (SEC, por sus siglas en inglés), ha empezado a endurecer su política sobre las proveedoras de criptomonedas. Este lunes, el regulador ha comunicado su intención de demandar al intermediario de Bolsa, Robinhood. Hace un año, la SEC demandó a Coinsbee, otra de estas entidades.

Sigue toda la información de Cinco Días en Facebook, X y Linkedin, o en nuestra newsletter Agenda de Cinco Días

_

Compartir
Exit mobile version