El Gobierno ha reaccionado de inmediato al anuncio de BBVA de lanzar una opa hostil sobre Banco Sabadell y lo ha hecho con contundencia. Fuentes del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa lamentan la operación “tanto en la forma como en el fondo” y advierten de una serie de consecuencias graves sobre el sistema financiero español. De hecho, apunta a que “introduce efectos lesivos potenciales”.

Del mismo modo, desde el Ejecutivo de coalición de PSOE y Sumar concretan hasta tres efectos distintos. El primero, un incremento en el nivel de concentración “que podría tener impacto negativo en el empleo y en la prestación de servicios financieros”. En segundo lugar, “introduciría un riesgo potencial adicional a la estabilidad financiera”, y recuerdan la preocupación mostrada ayer mismo al respecto por el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos. Y, en tercer lugar, Economía tema el impacto de una fusión de este calado sobre “la cohesión territorial por la presencia de estas entidades financieras en el territorio”.

En definitiva, y tal y como había venido advirtiendo en público el ministro Carlos Cuerpo sobre el papel que tendrían que jugar las autoridades de competencia, ahora se recuerda que el deber del Gobierno “es velar por mantener un sistema financiero sólido, que siga contribuyendo al crecimiento de nuestra economía y a la agenda de inclusión financiera y protección de los clientes”.

BBVA ha lanzado esta mañana a primera ora una opa hostil sobre el Banco Sabadell. Lo ha hecho con las mismas condiciones que planteó la semana pasada y que fueron rechazadas por la entidad opada el pasado lunes: 1 título de BBVA por cada 4,83 acciones de Sabadell. De acuerdo a los precios de cierre de Bolsa del miércoles, la opa tasa la entidad catalana en casi 11.600 millones de euros, lo que supone una prima del 18% (que fue del 30% con respecto a los precios de antes de los rumores de fusión) y que los accionistas del Sabadell tomen el 16% del BBVA.

Tal y como advierte el Gobierno, y así lo habían hecho durante los pasados días la mayoría de los partidos políticos (con los independentistas catalanes a la cabeza), una fusión entre BBVA y Sabadell secaría aún más la competencia en el mercado bancario español. La entidad resultante dejaría un mapa bancario con tres grandes entidades (Santander, CaixaBank y la nueva entidad fusionada) seguidos a gran distancia de un puñado de entidades medianas. Estas tres grandes entidades coparían un 71,6% del mercado de crédito y un 73% de los depósitos. En total, más de dos terceras partes de la tarta bancaria, según los cálculos de CincoDías a partir de los resultados de 2023 de las entidades y de los estados financieros de la Asociación Española de Banca (AEB).

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