El movimiento de la energética emiratí Taqa para entrar en el capital de Naturgy obligará a una notable reorganización del capital de la compañía. Un escenario en el que Criteria, el principal accionista de la empresa con casi un 27%, se plantearía incrementar su participación para equilibrar las fuerzas en el accionariado y blindar el proyecto industrial. Según aseguran fuentes conocedoras, la permanencia del presidente, Francisco Reynés, como garante de la gestión, es también una línea roja para el brazo inversor de Fundación La Caixa.

Si fructifica la negociación de la firma de Abu Dabi con los fondos CVC y GIP, que atesoran entre ambos más de un 40% de la gasista, sería obligatorio lanzar una opa por el 100% de la sociedad, lo que podría provocar que el porcentaje final de Taqa se disparara en la medida en que otros accionistas minoritarios decidieran acudir a la oferta. Por mucho que la firma emiratí y Criteria dejaran atada la gobernanza en un pacto parasocial, resultaría difícil garantizar ese statu quo a medio plazo en el caso de una mayoría accionarial abrumadora.

Para conjurar ese peligro, Criteria contempla la posibilidad de dar un paso al frente en la compra de títulos para equilibrar la balanza. La normativa, de hecho, le habilitaría a pasar del 30% en Naturgy sin tener que lanzar una opa, en caso de que Taqa tomara una participación superior. El reglamento que regula las opas obliga a lanzar una oferta por el 100% de las acciones de una cotizada cuando un inversor toma el control, es decir, cuando supere el 30% del capital o cuando nombre a más de la mitad de los consejeros. Ahora bien, también permite dispensar al accionista de esta obligación si, superando el 30%, otro socio tuviera un porcentaje superior.

Esta exención, en todo caso, no es automática ni una suerte de carta blanca. Primero, tiene que ser solicitada por el interesado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que decidirá al respecto después, también, de abrir un periodo de consultas con la sociedad afectada. Igualmente, la dispensa está condicionada a que el primer accionista (es decir, Taqa) no rebaje su peso en el capital por debajo del que ha recibido la dispensa. Criteria tampoco podría acaparar el consejo de administración. Si la CNMV rechazara la dispensa, Criteria tendrá tres meses para lanzar su propia opa o bajar del 30%.

Desde luego, la arquitectura de la operación está lejos de encontrase cerrada. No en vano, el mero trasvase de las participaciones de GIP y CVC a Taqa no resuelve uno de los principales problemas que afronta Naturgy, es decir, el escaso free-float o capital en Bolsa. Ahora mismo menos del 15% de las acciones se mueven en el parqué y, por este motivo, la empresa ha sido expulsada de los índices MSCI. La CNMV, por su parte, también ha expresado su inquietud por el bajo capital flotante de algunas cotizadas, en la medida en que puede impactar sobre el pequeño inversor.

La formulación de una opa por el 100% podría, en función de la prima ofrecida, estrangular aún más la cotización del valor. Por ello, no es descartable que, una vez se haya cerrado la reordenación del capital, la empresa lleve a cabo una ‘mini OPV’, como se denomina en el argot bursátil, para liberar capital, aquilatar los pesos de los accionistas y facilitar la cogestión. Esta fue la fórmula usada por Enel en 2014 para dar liquidez a Endesa. Después de tomar el control del 92% de la eléctrica, bajó su porcentaje al 70% a través de una colocación de acciones. Naturgy cerró ayer cerca de los 23 euros por título; no llegaba a 21 en el inicio de la semana.

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