Sacudida en el mercado bancario español. El banco BBVA, segundo mayor grupo financiero español por capitalización, ha vuelto a la carga para intentar la compra del Sabadell tres años y medio después de su último asalto. De conseguirlo, crearía la tercera mayor entidad de Europa y sería el retorno del baile de operaciones corporativas tras la gran concentración bancaria experimentada en España desde la fusión de CaixaBank y Bankia, culminada en 2021. “BBVA confirma que ha trasladado al presidente del consejo de administración de Banco de Sabadell el interés del consejo de administración de BBVA en iniciar negociaciones para explorar una posible fusión entre ambas entidades”, señaló la entidad en un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). El Sabadell, por su parte, se limitó a responder que acababa de conocer la propuesta y analizaría todos sus aspectos.
Media hora después del comunicado del BBVA, llegaba la confirmación por parte de Banco Sabadell. La entidad ha remitido otro hecho relevante al organismo regulador de mercado en el que reconoce que, “a las 13.43 horas de este martes”, ha recibido “una propuesta escrita indicativa de Banco Bilbao Vizcaya Argentaria” para una fusión. La entidad que preside Josep Oliu indica que “analizará adecuadamente todos los aspectos de la propuesta”.
BBVA ha nombrado como asesores a JP Morgan y UBS, según fuentes del sector. Solo un día después de la presentación de resultados del grupo que preside Carlos Torres, los inversores no han tardado en reaccionar a la noticia, que supone un golpe sobre el tablero bancario español. La acción de Sabadell avanza un 7,6% en Bolsa, hasta los 1,87 euros, el precio máximo desde enero de 2018. BBVA, por su parte, se deja un 7,6%.
La confirmación se ha producido tras la publicación de la cadena británica Sky News en la que se señalaba que BBVA estaba en “primeras etapas” para explorar una fusión con el Sabadell. La información apuntaba a que BBVA ha contratado asesores, entre ellos JP Morgan, en una operación que se pagaría toda en acciones. Términos que ha confirmado más tarde, al menos en buena parte, aunque en las horas previas fuentes oficiales de ambos grupos no confirmaban dicho movimiento. Cuando se esperaba algún movimiento entre bancos medianos, con Unicaja como gran candidato a ser absorbido, saltó la sorpresa en el sector financiero español.
De llevarse a cabo la fusión se crearía un gigante bancario, a nivel nacional e internacional. El grupo que dirige César González-Bueno cuenta con un valor en Bolsa cercano a los 10.000 millones de euros, en concreto 9.898 millones. Mientras que el BBVA tiene una capitalización de 60.627 millones de euros y un exceso de capital sobre el 12% objetivo en CET1 fully loaded, el de máxima calidad, de algo más de 3.100 millones.
Además, a nivel de posición en el mercado, se trata de dos entidades complementarias. Por una parte, el Sabadell cuenta con su filial británica TSB, lo que daría al BBVA la posibilidad de entrar con fuerza en este mercado donde solo cuenta con el banco móvil Atom Bank. Además, en España, el grupo vallesano tiene una base de clientes mucho más centrado en empresas, por lo que “tendría un muy buen encaje con un perfil de clientes más de particulares del BBVA”, añade una fuente del sector.
Vuelta a 2020
Como si fuese una especie de déjà vu, se vuelve a la situación de 2020, cuando se estudió esta misma fusión e incluso se inició un proceso de revisión (due diligence) recíproco en términos habituales en este tipo de operaciones y designado asesores externos. Sin embargo, no hubo acuerdo en el precio, el presidente del Sabadell, Josep Oliu, apostó por la continuidad, y fichó a González-Bueno como consejero delegado.
Desde entonces, la situación ha cambiado mucho y la posición en el mercado es muy diferente para la entidad vallesana. Ha dejado atrás sus momentos más complicados a nivel de resultados e incluso podía permitirse otear algún tipo de operación corporativa. Aunque esto puede cambiarlo todo.
Cabe recordar que en 2020 el Sabadell estaba con el cartel colgado de se vende, en una tesitura difícil y con una capacidad de seguir en solitario cuestionada. Y el grupo que preside Carlos Torres había acabado de vender su filial de Estados Unidos por 9.700 millones. Sin embargo, la negociación no llegó a buen puerto y se interrumpieron las negociaciones en noviembre de ese año, cuando el consejo del Sabadell optó por finalizar las conversaciones “al no haber alcanzado las partes un acuerdo sobre la eventual ecuación de canje de las acciones de ambas entidades”.
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