Ángel Cristo declaró en varias ocasiones que la mala relación que tiene con su madre, Bárbara Rey, no tiene solución. Eso sí, dejó las puertas abiertas a una reconciliación con su hermana, Sofía Cristo. Al menos, hasta antes de la visita de Ana Herminia, su mujer, en Supervivientes.
«Mi madre dijo que yo estaba muerto«, le explicó Ángel a Gorka en la playa. «Luego se disculpó con una carta burocrática, pero dejé claro que no existe reconciliación, ni con ella, ni con mi hermana«, añadió serio y con tono de enfado.
«Después de haber hablado con Ana, para mí ha sido una liberación«, continuó explicando Cristo, refiriéndose a la visita de su pareja, Ana Herminia durante la semana anterior. «Tú sabrás todo lo que has sufrido», le respondió Gorka.
Para concluir, describió con malas maneras a su familia: «Son un lastre de maldad y negatividad, y yo quiero luz y alegría». De esta forma, todos los colaboradores del programa quedaron sorprendidos en plató.
«Siempre ha medio defendido a su hermana y por algo que le han contado Ana ha cambiado de actitud», opinó Alejandra Rubio. «Las parejas malmetiendo en relaciones familiares«, continuó.
Por otro lado, Nagore Robles, expareja de Sofía Cristo, no se posicionó: «Hay familias que no viven en una educación sana, hay que respetar lo que dice y que continúe con su vida si es lo más sano para él».