La candidata de Comuns Sumar, Jéssica Albiach (Valencia, 44 años), rechaza que Cataluña haya ido de nuevo a elecciones por el veto de su grupo al macrocasino del Hard Rock en Tarragona. La cabeza de lista asegura desde su despacho de diputada en el Parlament que los comunes son “de fiar” y reclama un Gobierno progresista con el PSC y ERC, aunque también critica las propuestas “de derechas” de Salvador Illa.

Pregunta. Las encuestas no reflejan una subida de apoyo a los comunes.

Respuesta. Acostumbran a subestimarnos y siempre acabamos subiendo. No siempre es fácil plantarse, pero a veces hay que hacerlo. Mi política de pactos es con el PSC y ERC, pero hay que saber poner límites y ser coherente. No hay nada más frustrante que un Gobierno que se pone la etiqueta de progresista y que luego hace las políticas de la derecha. Por ejemplo, Salvador Illa: quizás tienes que reflexionar si tienes el mismo modelo de infraestructuras que el PP.

P. ¿No es contradictorio querer gobernar con el PSC si cree que hacen políticas de derechas?

R. El PSC está en los años noventa en políticas de infraestructuras, pero en otras cuestiones nos podemos poner de acuerdo. El PSOE apoyó la reforma laboral e Illa es consciente de que no hay que bajar los impuestos a los ricos porque implicaría recortes a largo plazo.

P. ¿Qué condiciones pondría para hacer un Gobierno tripartito?

R. No me gusta llamarlo tripartito. Es propio de otra época y esta no tiene que ser necesariamente la fórmula [de Gobierno]. El PSC y ERC son mis socios potenciales, pero ya se verá quién está dentro y quién fuera. En el Ayuntamiento de Barcelona había un tripartito oficioso en la última legislatura. Quien nos vote tiene que saber que no pactaremos con Junts ni con macrocasinos ni con ampliaciones de aeropuertos.

Salvador Illa quizás debería reflexionar. Tiene el mismo modelo de infraestructuras que el PP”

P. Pero eso es lo que defiende el PSC.

R. Sí. En campaña habla de educación y sanidad, pero al negociar los Presupuestos sus condiciones han sido el aeropuerto, la B-40 y el macrocasino. Tiene que reflexionar. Y ni está ni se le espera en la regulación de los alquileres de temporada.

P. Por eso mismo, si rechazan todo esto, parece difícil un acuerdo postelectoral.

R. Bueno, nosotros queremos estar dentro del Govern. Cuanta más fuerza tengamos en las urnas, más podremos implementar nuestras políticas.

P. ¿Los comunes son de fiar para la estabilidad de un Gobierno?

R. Si algo hemos demostramos es que somos de fiar. En 2020 y 2022 apoyamos los Presupuestos. En noviembre, le dije al president que quería Presupuestos pero que no podíamos aceptar el Hard Rock. Avisé con tiempo y hemos sido coherentes. Si alguna fuerza política puede dar estabilidad a un Gobierno progresista, somos nosotros. No somos quien ha perdido la credibilidad con pactos secretos. Hemos ido de cara desde el mismo momento.

P. Ustedes piden un Govern de izquierdas, pero al final lo hicieron caer.

R. Teníamos un Gobierno en minoría absoluta. [A Aragonès] Le invistieron la CUP y Junts, y se le rompió el Govern muy rápido. Si ha llegado hasta aquí ha sido gracias a nosotros.

P. ¿Se arrepienten de no haber aprobado los Presupuestos por el impacto en otras políticas sociales?

R. Enmendaría la pregunta. La Diputación Permanente ha aprobado modificaciones de crédito y decretos del Govern, con más de 2.000 millones que van a políticas sociales. Podíamos tener dinero para mantener servicios públicos y contra la sequía sin tener que comernos el Hard Rock. Quien ha vinculado los Presupuestos al casino ha sido Illa, y Aragonès al no ponerles límites.

P. ¿Ve a Ada Colau como consejera?

R. Es un gran valor político. Sería muy buena consejera o ministra o candidata para las europeas, pero ha apostado por Barcelona.

P. ERC y comunes se intercambiaron hace un año el apoyo en los Presupuestos en el Ayuntamiento de Barcelona y el Govern. Si Ada Colau fuera alcaldesa, ¿habría habido adelanto electoral?

R. Con el paso de las semanas, más claro he visto que Aragonès quería convocar las elecciones. Puso a Sergi Sabrià [histórico jefe de campaña del partido] en el Govern; le dijimos no al Hard Rock en noviembre; fue incapaz de encontrar un acuerdo; y llevó los Presupuestos al Parlament de la mano del PSC y sin tener el apoyo garantizado. Lo más claro es que quería ir a elecciones. Si tenía Presupuestos, bien; y si no, también.

Con el paso de las semanas, más claro he visto que Pere Aragonès quería convocar las elecciones

P. ¿Y cree que tuvo en cuenta los plazos de la ley de amnistía?

R. Se ha hablado mucho de ello, también de los efectos de la sequía en verano; pero también había una crisis educativa que no ha sabido afrontar. Teníamos un Govern que no ha tenido éxito con la gestión.

El PSOE no había empatizado con el resto de espacios que han sufrido lawfare. Dará la razón a quien les llama electoralistas sino llena de contenido la renegeración democrática

P. ¿Entendió el periodo de reflexión de Pedro Sánchez?

R. Lo entendí y empaticé. Pero la forma de su regreso fue desconcertante. Hasta que no lo ha sufrido, el PSOE no ha empatizado con el resto de espacios que han sufrido lawfare. Si no es capaz de llenar de contenido la regeneración democrática que anunció, estará dando la razón a quien le tilda de electoralista.

P. ¿Ve riesgo de bloqueo postelectoral en Cataluña?

R. Sería una irresponsabilidad. ¿Qué le estaríamos diciendo a la ciudadanía? ¿Que no ha votado bien? Un Gobierno con diferentes fuerzas políticas no implica más inestabilidad sino más exigencia.

P. Una vez se aplique la ley de amnistía, ¿el procés habrá acabado?

R. Si se entiende el procés como una hoja de ruta con un objetivo y un plazo marcado, está superado. Pero los proyectos independentistas siguen existiendo y la desjudicialización era imprescindible. Necesitamos seguir avanzando en el reconocimiento de Cataluña como nación, en la financiación y en el autogobierno. Defendemos que en el horizonte se pueda votar; pero, hasta que haya suficiente fuerza para votar, ¿nos quedamos parados o seguimos avanzando?

P. Sumar no sacó escaños en Galicia y solo uno en el País Vasco. ¿Qué hacen mal los partidos a la izquierda del PSOE?

R. Tenemos un problema de tempos y con campañas electorales de por medio. Sumar se organizó en plataforma en mes y medio para poder concurrir a las generales del 23-J y seguramente no tuvimos tiempo de fraguar la plataforma con toda la paciencia, el tiempo y la reflexión necesarios. Hay más trabajo que hacer donde no había fuerzas preexistentes. En las generales, fuimos segundos.

P. ¿Defienden un referéndum binario?

R. Nunca hemos concretado la fórmula. Son cuestiones de país, no de partido.

P. Yolanda Díaz dijo que el referéndum no estaba sobre la mesa.

R. Nosotros lo defendemos. Somos la única fuerza que no se ha movido de su posición.

P. ¿Se puede tener la percepción de que los comunes lo han diluido?

R. Siempre hemos defendido votar, pero no habíamos puesto plazos. Lleva a la frustración. Hemos visto cómo ERC ha venido a esta posición.

P. ¿Les preocupa la entrada de Aliança Catalana?

R. Tenemos que ser prudentes. Sin subestimarles, tenemos que intentar no hacerlos grandes. Tienen poca representación. Con la extrema derecha hay cosas que hacemos mal. Pero cómo se ha tratado a Vox ha estado muy bien. Hemos hecho un cordón democrático de no aprobar nada y de responderles con argumentos para no hacerlos grandes. En otros Parlamentos se les ha alimentado.

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