José Luis Ábalos sonríe. Con la espalda bien erguida, traje azul, corbata a juego y maletín en mano, se adentra puntual en la luminosa sala Clara Campoamor del Senado. Una periodista inquiere al exministro socialista antes de que cruce la puerta:

— Señor Ábalos, ¿va a tirar de la manta?

Sin girarse para responder, Ábalos sólo sonríe.

La manta, si existe, ha seguido en su sitio. El esperado interrogatorio al exministro de Transportes en la comisión de investigación en la Cámara alta sobre el caso Koldo —el presunto cobro de comisiones ilegales en la compra de material sanitario por parte de la Administración durante la pandemia— ha servido al exdirigente socialista para cuestionar el sentido de la propia comisión. “Esto es un juicio paralelo donde no se respeta el principio de inocencia”, ha protestado. Ha puesto en duda la existencia misma de una red corrupta —”Yo no tengo claro que haya habido ninguna trama”, ha afirmado— y ha remarcado que, en todo caso, él no tuvo conocimiento de ninguna actuación irregular.

Cuando el senador de Vox Ángel Pelayo Gordillo le ha preguntado si Koldo García, el supuesto comisionista, era uno de sus “más estrechos colaboradores” en el ministerio, Ábalos ha contestado: “Sí, bueno, era una de las personas”.

Cómodo, ágil, Ábalos no ha dejado ninguna pregunta sin respuesta durante las tres horas que ha durado la sesión. Y ha aprovechado las alusiones explícitas de los senadores para criticar varias veces la decisión del PSOE de suspenderlo de militancia. “No estoy nada de acuerdo”, ha dicho, visiblemente dolido. “No hay precedentes. A mí solo me queda defender la democracia, la justicia y los derechos humanos. Con todo lo que he vivido, no tengo en quién confiar”.

El exministro ha relatado el modo “casi desesperado” en el que hubo que “presionar” a “todo el mundo” para conseguir mascarillas y otro material sanitario al inicio de la pandemia. Y ha considerado que, de hecho, su gestión fue exitosa porque, a diferencia de lo que sucedió en otros ministerios o administraciones, Transportes no pagó por adelantado a las empresas sino sólo cuando tuvo el material en su poder y pudo comprobar que era correcto. En todo caso, ha remarcado que quien se encargaba de los contratos era el subsecretario de Transportes, Jesús Manuel Gómez. “La persona que más confianza me merecía”, ha dicho.

También ha reconocido encuentros con el empresario y actual presidente del Zamora CF, Víctor de Aldama, investigado en el caso Koldo. Ábalos, sin embargo, se ha desmarcado por completo de los contratos sanitarios que haya podido firmar este empresario con el ministerio. Y ha apuntado que “son tres veces menos que el Ayuntamiento de Madrid [en referencia a la compra de material sanitario]”.

Cuando le han preguntado si no le llamó la atención el incremento patrimonial de Koldo García, su asesor en el ministerio, el exdirigente socialista ha dicho que ese “supuesto incremento” se produjo cuando García ya había salido del ministerio. “Es verdad que todo lo que he leído luego ha sido una sorpresa. Sabía de la compra de un piso de los padres, eso sí, pero todo lo demás, no”.

Durante la sesión, el PP y Vox han aprovechado para preguntar a Ábalos por un asunto que no tiene que ver con el caso Koldo pero que hace cuatro años salpicó al entonces ministro: el encuentro que mantuvo en enero de 2020 en la zona internacional del aeropuerto de Madrid-Barajas con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, que tenía prohibido pisar suelo europeo. “Solo tenía un propósito”, ha dicho Ábalos: “Asegurarme de que en ningún caso entrara en España”. El senador de Vox ha insistido:

—¿Informó a Sánchez de la señora esta, de la tal Delcy Rodríguez?

— Por supuesto. Fue una misión diplomática de éxito.

—Ah, ¿lo califica de misión diplomática?

—¿Y de qué fue? ¿De guerra?

El exministro ha asegurado, además, que la información sobre las supuestas maletas de la delegación venezolana —”Entre 12 y 40″, ha dicho el senador Gordillo— que “anduvieron por el aeropuerto de Barajas sin que nadie inspeccionara su contenido” es “uno de los bulos mejor instalados en este país”. “No existieron esas maletas. Lo único que llevaban [los miembros del Gobierno de Venezuela] es un equipaje personal”.

Cordialidad del PSOE

El portavoz del PSOE en la comisión, Alfonso Gil, ha tratado con extrema cordialidad a Ábalos. Ha coincidido en la necesidad de explicar a la población lo desesperada que era la situación en la primavera de 2020, cuando tener una mascarilla era “casi equivalente a salvar una vida”, y ha agradecido a todos los responsables públicos que, en ese contexto, trataron de conseguir material sanitario. En una intervención muy corta, Gil ha preguntado a su antiguo compañero de partido:

―Antes de terminar, tengo una pregunta por aquí… ¿Le decepcionó a usted Koldo?

―He tenido tantas decepciones últimamente, que parece que estoy coleccionado decepciones.

La última parte del interrogatorio ha recaído en el PP, que ha dividido su intervención en dos turnos. “No sé si podré hacerme a la dureza del tono del interrogatorio socialista”, ha comenzado con ironía el senador popular Luis Santamaría, que se ha interesado más por la suspensión de militancia de Ábalos en el PSOE que por el caso Koldo. Minutos después, el senador y secretario general del PP de Madrid, Alfonso Serrano ha cargado contra el exasesor de Ábalos: “Puede ser el mejor escolta del mundo pero luego meterse en tramas con armas”, ha dicho. El exministro, sorprendido, ha preguntado:

—¿Qué trama de armas?

―Bueno, al señor Aldama le han requisado armas.

Con esa “trama de armas” se refería Serrano a que el juez del caso Koldo ha añadido el delito de tenencia ilícita de armas en la investigación a Aldama porque en su casa la policía encontró una pistola sin documentación. Minutos después, el senador popular ha finalizado así su intervención: “Ha demostrado hoy aquí que hay una connivencia clara entre el PSOE y Koldo y usted y el caso Delcy”. Ábalos, de nuevo sonriente, se ha despedido de los presentes:

― He venido un poco incómodo, pero les agradezco el tono a todos.

_

Compartir
Exit mobile version