Con el estruendo de los helicópteros militares de fondo y 4.000 efectivos del ejército suizo desplegados, los líderes de más de un centenar de países han llegado en la mañana de este sábado a un hotel de lujo en Bürgenstock, en plenos Alpes, para participar en la Cumbre por la Paz en Ucrania, organizada por Suiza este fin de semana. En un entorno blindado por tierra y aire para garantizar la seguridad, esta es la primera reunión con jefes de Estado y de Gobierno para estudiar la propuesta del presidente ucranio, Volodímir Zelenski, con la que busca acabar con la agresión rusa y alcanzar una paz duradera. La presencia de un centenar de delegaciones y 57 mandatarios ha quedado empañada por la ausencia de países clave. Por encima de todos, destaca el principal actor, Rusia, el país que el 24 de febrero de 2022 decidió agredir a su vecino con una invasión a gran escala. Moscú, que desde un principio mostró su desinterés por esta reunión en Suiza, la ha calificado como “inútil”.

En este primer día de reuniones, algunos de los líderes presentes han realizado unas breves intervenciones en las que han lanzado un mensaje común: que la invasión de Rusia en Ucrania constituye una flagrante violación del Derecho Internacional y de los principios de la Carta de las Naciones Unidas, principalmente los de soberanía, independencia e integridad territorial.

Zelenski ha comparecido ante un centenar de medios de comunicación presentes en Bürgenstock junto a la anfitriona del evento, la presidenta federal suiza, Viola Amherd. El presidente ha considerado esta cumbre un “éxito conjunto y una oportunidad para la diplomacia”. “Todo lo que se acuerde hoy será parte del proceso de establecimiento de la paz que todos necesitamos. Creo que aquí, en la cumbre, vamos a ser testigos de cómo se hace historia”, ha celebrado. Amherd, por su parte, ha apelado a la implicación de Rusia. “Si queremos ir hacia la paz, Rusia también debe involucrarse en algún momento”, ha expresado.

La ausencia de jefes de Estado como los de Brasil, la India y Colombia —el presidente Gustavo Petro ha anunciado este sábado que no acudirá porque considera que hacerlo sería alinearse con Ucrania— ha desinflado las expectativas sobre el peso real que pueda tener esta declaración conjunta de intenciones, así como la idea de que esta cumbre mostraría a Rusia aislada en un momento en que la guerra en Gaza ha restado visibilidad a la agresión de Putin y cuando el ejército ucranio está sufriendo nuevos reveses militares.

Zelenski se ha referido también a los países que han declinado asistir a Bürgenstock con el mensaje de que esta reunión de más de un centenar de líderes pone en evidencia que los esfuerzos conjuntos pueden detener la guerra y establecer la paz. El presidente ucranio ha resaltado que en la reunión participan naciones de todos los continentes y que los puntos de vista de todos son igual de importantes.

A las ausencias de China, Rusia y Brasil, se añade la del presidente de EE UU, Joe Biden, quien ha delegado la asistencia en su vicepresidenta, Kamala Harris, que este sábado ha anunciado más de 1.500 millones de dólares en ayuda energética y humanitaria para Ucrania.

Arabia Saudí, por su parte, está representada por su ministro de Relaciones Exteriores, en sustitución del príncipe heredero, Mohamed bin Salmán. Otra ausencia visible es la de Narendra Modi, primer ministro de la India, que ha enviado una delegación de nivel inferior, igual que Sudáfrica.

Entre el centenar de líderes que sí han acudido a Suiza está el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz, que calificó este viernes la reunión como un paso relevante. “Se discutirán muchas cuestiones de paz y seguridad, pero no las más importantes. Ese fue siempre el plan”, dijo en declaraciones a Welt TV recogidas por Reuters.

Un comunicado favorable a Ucrania

El objetivo de esta reunión de jefes de Estado y de Gobierno es desarrollar un entendimiento común que siente las bases de un proceso de paz. Del encuentro saldrá un comunicado de cuyo borrador ya se han conocido algunos detalles a través de la prensa ucrania. Se trata de un documento de dos páginas centrado en tres cuestiones: la seguridad nuclear, la seguridad alimentaria y los prisioneros de guerra y está basado en la iniciativa de 10 puntos presentada por el presidente ucranio en noviembre de 2022, la llamada “fórmula Zelenski”. Sin embargo, los puntos que se han modificado en los últimos días obedecen a otros asuntos claves para Ucrania.

El primer aspecto que destaca es que el comunicado se refiere a la “agresión de la Federación Rusa contra Ucrania”. Esta es una formulación interesante, porque la palabra “agresión” hace referencia a un crimen internacional en el que Rusia es el perpetrador y Ucrania es la víctima. En el borrador anterior no se mencionaba.

El segundo punto importante es el respeto sin concesiones a la integridad territorial de Ucrania. El comunicado, previsiblemente, establecerá que la base para una paz sostenible será únicamente una “solución basada en el principio de respeto a la integridad territorial y la soberanía de todos los Estados”. Esta mención evita crear una ventana legal para que Ucrania tuviera que acabar cediendo parte de su territorio para lograr la paz con Rusia.

En esta línea, el borrador establece que solo se estudiarán las propuestas de paz que cumplan con el derecho internacional, es decir: que Ucrania recupere el territorio definido en 1991, a menos que sea el propio país el que cambie de idea. También es condición indispensable que las propuestas de paz cumplan con la Carta de Naciones Unidas, y especialmente con el derecho de Ucrania a continuar defendiéndose de los ataques rusos y a liberar los territorios ocupados. En el borrador anterior no se definía claramente la fórmula de paz, lo que abriría una posibilidad a que se debatieran propuestas no tan favorables para Ucrania, como la ofrecida por China y Brasil, que incluye la cesión de los territorios ucranios a Rusia.

En lo referente a la participación de Rusia, se ha acordado no mencionar al país agresor, sino a “todas las partes”. También se requieren acciones específicas en materia de seguridad nuclear y alimentaria, cuando antes solo se mencionaban medidas de “fomento de la confianza” y se han eliminado las referencias a una segunda cumbre de paz que insinuaba la intención de invitar a Rusia a participar.

En el apartado de seguridad alimentaria, los ataques a buques mercantes o civiles en los puertos y en las rutas por el mar Negro, así como a puertos civiles e infraestructuras, se califican como “inaceptables” y si Rusia los perpetra se bloqueará su participación en las iniciativas de paz.

Los cambios acometidos en los últimos días refuerzan la defensa de la integridad territorial de Ucrania, abordan con mayor precisión la agresión rusa y mantienen condiciones estrictas en caso de una futura participación de Rusia en futuras conversaciones de paz. No obstante, este borrador no es aún definitivo y todavía existe la posibilidad de que se cambien puntos.

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