La ciencia extraña tiene una forma agradable de aparecer en la vida real. La batería de coche lumpen, con sus entrañas de plomo y ácido sulfúrico, funciona gracias a los efectos de la relatividad, que entregan cinco sextos de su carga, según una investigación publicada en la revista científica Physical Review Letters..
La mecánica cuántica, la otra cara de la relatividad hasta ahora irreconciliable, promete hacer obsoletos tanto la batería de automóvil de estilo antiguo como el motor de combustión interna. Las baterías cuánticas en desarrollo teóricamente podrían cargarse a la velocidad del rayo, resolviendo un obstáculo importante para la adopción generalizada de vehículos eléctricos.
Las baterías cuánticas usan luz en forma de láser, o máser (el análogo de microondas de un láser) o incluso luz solar para aumentar la energía eléctrica de una molécula para su posterior liberación. El fenómeno cuántico del entrelazamiento permite que muchas moléculas se energicen a la vez. Cuanto más grande es la batería cuántica, más rápido se carga.
Las aplicaciones del mundo real están a años de distancia, pero el concepto ha sido probado por investigadores en Corea del Sur. Se podría argumentar que esto hace que las baterías cuánticas sean una perspectiva más realista para los vehículos eléctricos que las baterías de estado sólido o las baterías de vidrio cuántico. Estos últimos se utilizan en aplicaciones de liberación prolongada y baja carga, como marcapasos, pero no se ha demostrado que funcionen para vehículos eléctricos.
Los inversores han invertido miles de millones de dólares en baterías de estado sólido. QuantumScape, un desarrollador que salió a bolsa hace dos años, alguna vez tuvo una capitalización de mercado de casi $48 mil millones. Pero su falta de progreso agrió esa inversión y la compañía ahora vale menos de una décima parte de eso. Otras nuevas empresas de vehículos eléctricos con mucha publicidad pero sin ganancias han seguido el mismo camino.
Las baterías duraderas y de carga rápida son el santo grial de la industria de los vehículos eléctricos. Hasta el momento, sin embargo, no existe ningún prototipo completamente funcional. Los que prometen una revolución están compitiendo tanto con la tecnología de hoy como con la de mañana. Las baterías cuánticas son un desarrollo más reciente que las de estado sólido, lo que puede ser la razón por la cual ninguna empresa emergente de miles de millones de dólares ha prometido hacerlas realidad. El futuro cuántico aún está a años de distancia.
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