Algunas personas ven la energía nuclear como verde. Otros se ponen de ese color mareado al contemplar sus desechos radiactivos. Las preocupaciones de seguridad son una de las razones de los altos costos de construcción.
Pero no hay otras tecnologías maduras capaces de proporcionar la “energía firme” que produce la generación nuclear. Eso explica por qué EDF y Centrica están extendiendo la vida útil de sus reactores nucleares más antiguos Heysham 1 y Hartlepool en el Reino Unido, aunque solo por dos años.
La energía nuclear proporciona una parte justa de la electricidad de Gran Bretaña: 15,5 por ciento. Eliminar la energía de combustibles fósiles del gas natural y el carbón significaría llenar un vacío de alrededor del 40 por ciento de la electricidad de Gran Bretaña.
La capacidad renovable tendría que duplicarse para cubrir la brecha. Eso supone que no habrá crecimiento en la demanda de electricidad a lo largo del tiempo. Esto es poco realista dados los planes para electrificar todo, desde automóviles hasta calefacción doméstica.
La intermitencia de las energías renovables significa que también se requiere una fuente de carga base más confiable. Las baterías solo pueden cubrir apagones breves. El hidrógeno podría eventualmente ayudar, pero su eficiencia energética es baja.
Todas las líneas de investigación conducen a una mayor capacidad nuclear. El presupuesto del Reino Unido del miércoles debería ofrecer nuevos conocimientos sobre los planes nucleares del gobierno.
Podría preguntarse por qué las extensiones de planta propuestas son tan cortas. Los reactores de Heysham y Hartlepool, que datan de la década de 1980, utilizan una tecnología antigua denominada reactores avanzados refrigerados por gas (AGR). Las preocupaciones de seguridad resultantes combinadas con los altos costos de mantenimiento explican por qué la vida útil restante de estas plantas es limitada.
Eso alimenta la postura antinuclear de grupos ambientalistas como Greenpeace, cuyas preocupaciones asociadas son la eliminación de desechos y los costos de oportunidad. Se queja de que el gasto estimado de Hinkley Point C, el primer reactor nuevo del Reino Unido en casi tres décadas, asciende a 32.000 millones de libras esterlinas, un 78% por encima de la estimación de 2016. Gasta eso en más energía renovable, dice Greenpeace.
Pero eso solo empeoraría la intermitencia. La energía nuclear sigue siendo la peor solución para la energía de carga base, hasta que alguien encuentre una fuente más segura y baja en carbono.
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