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El número de arrestos en Francia disminuyó por segunda noche consecutiva el domingo en una señal de que la violencia que estalló en las calles en respuesta a la muerte de Nahel Merzouk, de 17 años, podría estar disminuyendo.
Durante una sexta noche de disturbios tras el tiroteo policial fatal del adolescente la semana pasada, el Ministerio del Interior de Francia dijo el lunes que 157 personas habían sido arrestadas, en comparación con 773 el sábado por la noche y 1.311 el viernes por la noche, con un total de 3.354 personas arrestadas desde 27 de junio.
Un bombero de 24 años murió durante la noche mientras combatía un incendio en el suburbio de Saint-Denis, en el norte de París. El incidente aún no se ha relacionado con los disturbios.
“No hemos establecido ningún vínculo con los disturbios. Se está llevando a cabo una investigación para determinar las circunstancias”, dijo el lunes el cuerpo de bomberos de París.
A medida que disminuía la escala de arrestos e incidentes violentos, el presidente Emmanuel Macron se reunió con ministros el domingo para trazar una salida política a la crisis.
Se reunirá con los líderes del Senado y la Asamblea Nacional el lunes y con más de 220 alcaldes de toda Francia el martes, dijo una persona presente en la reunión de crisis del gobierno el domingo.
Mientras se piensa en la respuesta judicial a los disturbios, el ministro del Interior, Gérald Darmanin, dijo que un tercio de los arrestados eran menores y pidió la responsabilidad de los padres para detener la violencia.
“La edad promedio de los que hemos arrestado es de 17 años, a veces con niños de 12 o 13 años que son pirómanos y han atacado a las autoridades y representantes electos”, dijo Darmanin a BFMTV el lunes.
“Todos tenemos que preguntarnos sobre la responsabilidad de la familia y los padres porque no le corresponde a la policía, a los alcaldes o al estado resolver el problema cuando un niño de 12 años prende fuego a una escuela”.
Hablando con la emisora France Inter el lunes por la mañana, el ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti, pidió una respuesta enérgica a los responsables de los disturbios de los últimos días.
“Un chico de 17 años no puede recibir una bala en el pecho y morir, así que, naturalmente, eso genera mucha emoción y, con esta emoción, ira. Pero saquear una tienda no tiene nada que ver con esta emoción”, dijo Dupond-Moretti, y agregó que algunos estaban usando el asesinato como un “pretexto” para un comportamiento violento.
Tres policías resultaron heridos el domingo por la noche, en comparación con los casi 50 de la noche anterior. La policía ha mantenido una fuerte presencia en todo el país, con 45.000 oficiales activos durante las últimas tres noches.
Un total de 3.354 personas han sido detenidas desde que un policía le disparó a Merzouk, un adolescente de ascendencia norteafricana del suburbio parisino de Nanterre durante una parada de tráfico el pasado martes. Protestas, disturbios y vandalismo han sacudido a Francia desde el incidente, que fue capturado en un video que rápidamente se volvió viral.
Un ataque a la casa de un alcalde en L’Haÿ-les-Roses el sábado por la noche fue condenado por políticos de toda Francia. Los edificios municipales, los ayuntamientos, las escuelas y otras instalaciones públicas han sido blanco de los alborotadores como supuestos símbolos del Estado.
“Todos estamos muy afectados”, dijo el alcalde de L’Haÿ-les-Roses, Vincent Jeanbrun, sobre su familia en BFMTV. “A los jóvenes hay que decirles: ‘Hay un orden republicano, leyes y autoridad’. . . Estas no son malas palabras. Debido a que estas cosas existen, entonces podemos tener libertad e igualdad”.
