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La actividad manufacturera se ha contraído en China por tercer mes consecutivo, lo que aumenta la presión sobre los responsables políticos de Beijing para abordar una desaceleración en la segunda economía más grande del mundo.
El índice oficial de gerentes de compras de manufactura fue de 49 en junio, ligeramente superior al 48,8 de mayo, pero aún muestra una contracción mensual en la actividad.
Si bien la economía de China está creciendo en comparación con el año pasado, cuando la cruzada de tres años del gobierno contra el covid-19 alcanzó su período más intenso antes de ser abandonada abruptamente, el ritmo de su recuperación ha perdido fuerza en los últimos meses.
El vasto sector inmobiliario del país, que representa más de una cuarta parte de la actividad, se encuentra en una desaceleración prolongada, mientras que el desempleo juvenil ha superado el 20 por ciento y el comercio está cayendo en un contexto económico mundial más débil. Las exportaciones se contrajeron un 7,5 por ciento interanual en mayo.
Los datos oficiales del PMI del viernes mostraron que el sector de servicios, que estuvo bajo una presión sostenida durante las restricciones de Covid, está creciendo mes a mes, con una lectura de 53,2 en junio. Pero creció a un ritmo más lento en comparación con la lectura de mayo de 54,5 y no cumplió con las expectativas de los analistas.
Beijing apunta a un crecimiento del producto interno bruto del 5 por ciento este año, su objetivo oficial más bajo en décadas después de que el crecimiento fue de solo el 3 por ciento el año pasado.
El primer ministro Li Qiang dijo en un evento del Foro Económico Mundial en Tianjin esta semana que el crecimiento en el segundo trimestre superaría el 4,5 por ciento registrado en los primeros tres meses del año. “Estamos en camino de alcanzar el objetivo de crecimiento que establecimos para el año”, dijo Li.
“Tenemos la capacidad de lograr un crecimiento constante de la economía china”, dijo en comentarios que también apuntaron a los intentos de Estados Unidos y Europa de “eliminar el riesgo” de los vínculos con China en un momento de deterioro de las relaciones geopolíticas.
El Banco Popular de China, el banco central del país, recortó este mes las tasas de interés, pero las autoridades no han desatado ninguna medida importante de estímulo fiscal o monetario en respuesta a meses de datos económicos decepcionantes.
Los economistas anticipan ampliamente un conjunto de medidas adicionales, desde el gasto en infraestructura hasta posibles relajaciones de las restricciones de compra de propiedades.
Los analistas de Citi señalaron que una cifra del PMI de construcción de 55,7, si bien indicaba una expansión en el sector, se encontraba en su nivel más bajo este año y reflejaba una debilidad inmobiliaria más amplia.
Agregaron que una reunión esperada del politburó, el principal órgano de formulación de políticas del Partido Comunista Chino, en julio probablemente sea “una ventana para discutir un paquete más completo”.
