Además, la creciente brecha entre las tasas de interés en Japón y en otros lugares estaba empujando a la baja el valor del yen, acumulando aún más estrés en la economía del país, altamente dependiente de las importaciones. Eso hizo que algunos analistas especularan que el Banco de Japón pronto se vería obligado a subir las tasas de interés.
Lo que nos lleva a diciembre, cuando el Sr. Kuroda anunció repentinamente que el banco duplicaría el techo de los rendimientos de los bonos a 10 años, permitiéndoles fluctuar entre más y menos 0,5 por ciento, y elevando efectivamente las tasas de interés.
Para muchos inversores, la decisión parecía el primer paso tentativo hacia aumentos de tasas aún mayores. Como los rendimientos de los bonos aumentaron, el banco tuvo que gastar mucho para defender su objetivo de tasa.
Lo que plantea la pregunta, ¿cuánto tiempo más puede mantenerse firme el Banco de Japón?
La respuesta depende de una serie de factores, incluido el desempeño de la economía global y si el banco central siente que finalmente alcanzó sus objetivos de crecimiento salarial e inflación, dijo Toshitaka Sekine, profesor de economía en la Universidad Hitotsubashi.
La mayoría de los expertos creen que el proceso de revertir la política de flexibilización monetaria de Kuroda, cuando suceda, llevará años. Es seguro que será complicado: muchos prestatarios japoneses se han acostumbrado al dinero barato (las tasas de interés variables son comunes, por ejemplo) y una retirada apresurada podría afectar tanto a los hogares como a las empresas.
También podría ser doloroso para los mercados globales que han llegado a dar por sentado la política monetaria laxa de Japón. Años de crecimiento anémico y una década de tasas de interés súper bajas han empujado a muchos inversores japoneses a buscar mayores rendimientos en el extranjero, aumentando su papel ya destacado en los mercados crediticios mundiales.
Aunque es poco probable, una reversión rápida por parte del Banco de Japón “podría generar algunas ondas de choque difíciles de anticipar en todo el mundo”, dijo Brad Setser, miembro del Consejo de Relaciones Exteriores y experto en comercio global y flujos de capital. “En el peor de los casos, las subidas rápidas de los tipos japoneses a largo plazo hacen subir los tipos de interés a largo plazo a nivel mundial”.