Tesla dijo el lunes que entregó 405.000 autos eléctricos durante los últimos tres meses del año, un aumento del 18 por ciento con respecto al trimestre anterior que no alcanzó las estimaciones de los analistas y puede reforzar los temores de los inversionistas de que la compañía de autos eléctricos está perdiendo impulso.
Los analistas de Wall Street habían pronosticado que Tesla vendería alrededor de 420.000 vehículos de octubre a diciembre, frente a los 343.000 vehículos del tercer trimestre.
La compañía vendió un total de 1,3 millones de automóviles en 2022, un aumento del 40 por ciento con respecto al año anterior. Eso estuvo por debajo del objetivo de crecimiento anual del 50 por ciento que Tesla se había fijado.
Los aumentos en las entregas fueron impresionantes en comparación con los fabricantes de automóviles establecidos, pero fueron menores de lo que los analistas habían pronosticado y los ejecutivos de Tesla habían sugerido hace solo unos meses. Wall Street se ha vuelto decididamente pesimista sobre Tesla, temeroso de que Elon Musk, su director ejecutivo, esté demasiado centrado en Twitter, que adquirió en octubre.
Los problemas de Tesla incluyen el fuerte aumento de casos de covid en China que pesa sobre la demanda y obliga a la compañía a suspender la producción en su fábrica más grande, en Shanghái. La compañía también enfrenta una competencia más intensa de los fabricantes de automóviles tradicionales como Ford, General Motors y Volkswagen, y una demanda de los consumidores más débil a medida que aumentan las tasas de interés. Los tiempos de espera para los modelos de Tesla se han reducido y la compañía ha reducido los precios de los automóviles en China y ha ofrecido incentivos a los compradores en los Estados Unidos.
El valor de las acciones de Tesla se desplomó este año debido a que los inversionistas perdieron la fe en la promesa de Musk de que la compañía vendería el doble de autos que Toyota, el fabricante de automóviles más grande del mundo por volumen, para fines de la década.
China, el mercado de automóviles más grande del mundo, es un gran foco de preocupación para los inversores. El fabricante chino BYD ha superado a Tesla en ventas de vehículos eléctricos en China, lo que arroja más dudas sobre la capacidad de Musk para lograr el dominio mundial en la industria automotriz. Tesla ha tenido que cerrar repetidamente la producción en China debido a problemas en la cadena de suministro y al aumento de casos de Covid.
La semana pasada, Musk trató de tranquilizar a los empleados de Tesla, diciéndoles que no se obsesionaran con el precio de las acciones y repitiendo afirmaciones de que el fabricante de automóviles se convertiría en la empresa más valiosa del mundo, informó Reuters.
El crecimiento de las ventas de Tesla supera a cualquier rival importante en términos porcentuales. La compañía también se encuentra entre los fabricantes de automóviles más rentables del mundo y está construyendo nuevas fábricas en Texas y Alemania.
Pero los inversionistas están enfocados en el riesgo de que los fabricantes de automóviles tradicionales, que tienen décadas de experiencia en la producción masiva de vehículos a bajo costo, puedan alcanzar a Tesla más rápido de lo esperado.
Los compradores de autos, especialmente los consumidores de tendencia izquierdista y conscientes del medio ambiente que tienden a comprar autos eléctricos, también parecen estar alejándose de Tesla debido a Musk. Su comportamiento errático en Twitter y su retórica acalorada en la plataforma de redes sociales lo han ganado el cariño de los conservadores y los ejecutivos de Silicon Valley, pero han indignado a muchas otras personas.
