“Si China comienza a comprar porque se han abierto y hace frío, entonces estaremos en problemas durante los próximos dos años”, dijo Marco Alverà, director ejecutivo de TES, que planea construir instalaciones para importar gas en Wilhelmshaven, en el noroeste. Alemania. Como precaución, el gobierno alemán está instando a los consumidores a ser frugales con la energía.
Expertos como el Sr. Alverà también dicen que Europa ha perdido oportunidades de asegurar el suministro de gas de los Estados Unidos con contratos a largo plazo, en gran parte porque los legisladores no quieren socavar los objetivos climáticos destinados a alcanzar la neutralidad de carbono para 2050. Al mismo tiempo, Hasta ahora, Europa no ha logrado presentar un programa como la Ley de Reducción de la Inflación de la administración Biden, que brinda a las empresas grandes exenciones fiscales para inversiones en energía limpia.
Europa tiene “mucho que hacer para ponerse al día”, dijo Alverà, exdirector ejecutivo de Snam, una empresa italiana de transmisión de gas.
Además, las instalaciones de producción de gas en todo el mundo han estado funcionando a toda máquina y se espera que solo unos modestos suministros adicionales salgan al mercado en los próximos dos años. “Cualquier interrupción del suministro tendrá un impacto en el mercado”, dijo Anders Opedal, director ejecutivo de Equinor, la compañía petrolera noruega, a periodistas en Londres recientemente. Noruega reemplazó el año pasado a Rusia como el mayor proveedor de gas de Europa.
Sin embargo, Europa ha tomado medidas que la dejarán mucho mejor preparada que hace un año, dicen los analistas. Una vez que Rusia invadió Ucrania, los políticos europeos rápidamente se dieron cuenta de que décadas de dependencia del gas ruso los habían dejado peligrosamente expuestos. Gobiernos y empresas aseguraron nuevas fuentes en forma de GNL Paradójicamente, también aumentaron los envíos de GNL desde Rusia.
Los gobiernos también se apresuraron a construir terminales para recibir el combustible. Alemania, que no tenía instalaciones de GNL antes de la guerra, ya ha puesto en servicio tres terminales y planea tres más para finales de este año. La construcción avanzó a una velocidad previamente impensable en un país conocido por la burocracia. Los Países Bajos y otros países europeos también han agregado o ampliado dichas instalaciones.