La satisfacción de los ciudadanos con el funcionamiento del sistema sanitario ha mejorado ligeramente en el último año, en especial en relación a la atención primaria, lo que supone un repunte desde la caída registrada a consecuencia de la pandemia y una buena señal sobre uno de los niveles peor valorados del sistema sanitario público.

Esta es una de las principales conclusiones de la primera oleada del Barómetro Sanitario de 2024 publicada este jueves por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que revela que la población puntúa con 6,26 puntos sobre 10 la sanidad pública, “superando levemente la puntuación de 6,14 registrada en el mismo periodo de 2023″, según el informe publicado por el organismo.

La calificación media sobre el funcionamiento del sistema sanitario se acercaba al 7 antes de la pandemia (llegó al 6,74 en 2019). Tras dejar de realizarse esta encuesta durante los dos peores años de la crisis (2020 y 2021), los datos a partir de 2022 revelaron un notable descenso cercano al medio punto en la satisfacción de los ciudadanos, hasta el 6,14 de hace un año (primera oleada de 2023). Desde entonces, la curva ha ido dibujando altos y bajos (6,42 en la segunda oleada de 2023 y 6,24 en la tercera), sin que acabe de dibujar por ahora una tendencia clara.

La nota sobre la atención primaria es del 6,29, en comparación al 6,19 de hace un año, mientras los hospitales y la asistencia recibida en ellos siguen siendo lo más valorado por los ciudadanos: 7,51 puntos la de urgencias y 7,14 puntos la “asistencia hospitalaria”. Respecto a las listas de espera, se reduce en más de cuatro puntos, del 39,2% al 34,6%, el porcentaje de ciudadanos que consideran que han empeorado.

El 83,6% de los usuarios de los servicios de atención primaria valora positivamente la atención recibida, un porcentaje que ha aumentado en el último año (era del 80,4% en 2023). Los elementos más apreciados por los pacientes son “la confianza y seguridad que transmite tanto el personal de enfermería como el personal médico”, con un 8,08 y un 7,87 sobre 10, respectivamente. Uno de cada cuatro pacientes pudo ser atendido por su médico el mismo día o al siguiente de solicitar la cita, cinco puntos más que hace un año. La espera media fue de 8,3 días, casi uno menos que los 9,12 de 2023.

El 42,3% de la población ha consultado a un especialista de la sanidad pública en los doce meses anteriores a la encuesta, bien por derivación desde atención primaria o como seguimiento de un proceso clínico anterior. “El 81,5 % de las personas usuarias valoran positivamente la atención recibida, sin cambios significativos respecto a 2023 (82,8%)”, destaca el CIS. Lo más valorado por los usuarios es la información recibida sobre su problema de salud (7,74) y la confianza y seguridad que trasmite el personal médico (7,73).

Una de cada 10 personas afirma que ha estado hospitalizada en un centro público en el último año, de los que el 40% fue por una cirugía programada (o una prueba diagnóstica compleja), el 57% por un problema de salud urgente y el 3% para dar a luz. La satisfacción es muy alta: casi el 88% de los pacientes “valora positivamente la atención recibida durante su ingreso”, con los cuidados recibidos de los profesionales de enfermería (8,46) y médicos (8,39) como puntos más apreciados.

Casi la mitad de la población (el 44,6%) ha acudido a un servicio de urgencias de la sanidad pública en el último año, de los que cuatro de cada 10 casos ha sido en atención primaria, algo más de la mitad en los hospitales y el resto (el 6,5%) mediante los servicios de urgencias del tipo 061 o emergencias como el 112. El 76,5% de los usuarios valoran positivamente estos servicios.

El Barómetro Sanitario introduce en este 2024 algunas novedades respecto a anteriores oleadas, como preguntas sobre la igualdad de trato recibido por los ciudadanos, la salud mental y la aceptación de las vacunas. Casi el 40% de los ciudadanos piensa que “no se reciben los mismos servicios según la comunidad autónoma de residencia, y un 36% considera que también es desigual el trato según el manejo de las nuevas tecnologías que tengan las personas atendidas”.

Sobre salud mental, un 17,8% de los entrevistados decía el pasado abril que habían necesitado consultar a un profesional sanitario por un problema o por malestar psicológico o emocional. “El 46,3% fueron atendidos en la sanidad pública, un 44,7% en la sanidad privada y un 2,6% en ambas”, recoge el documento del CIS. De las personas atendidas en la sanidad pública, el 40,1% fueron atendidas principalmente por un especialista en psiquiatría, un 33,1% por su médico de familia y un 20,8% por un psicólogo.

El 78,9% de las personas atendidas en la sanidad pública declaran estar satisfechas con la atención recibida en la consulta y un 49,0% señalan haber recibido una atención mejor de la que esperaban. El 26% de quienes consultaron a un profesional por estos problemas consiguieron su cita en menos de 30 días, el 40% consiguió ser visto en un plazo de entre 1 y 3 meses, y otro 26% tardó más de 3 meses para ser atendido en consulta.

Sobre las vacunas, más del 90% de la población comparte los criterios que establecen el papel protector de estos fármacos sobre la población y el 89,9% declara que sigue las recomendaciones de los profesionales sanitarios. El 36,7% también informa de que conoce que las vacunas también provocan en ocasiones efectos adversos en la salud, aunque el balance entre los beneficios obtenidos y los riesgos sea favorable.

Otro bloque de nuevas preguntas del Barómetro Sanitario pone el foco en el uso de las tecnologías digitales por parte de los ciudadanos para relacionarse con el sistema sanitario. El 55,9% de los entrevistados afirma tener algún certificado electrónico para la realización de trámites con la Administración y solo el 0,9% no sabe lo que es. Este indicador es relevante puesto que el acceso a la historia clínica interoperable del SNS y, en la mayoría de los casos, a la historia clínica autonómica, precisan de certificado personal electrónico, destaca el CIS.

El 38,5% de los pacientes ha accedido a su historia clínica electrónica, frente al 61,5% de las personas entrevistadas que todavía no ha accedido nunca a la misma. De ellos, el 32,2% no sabía que existía esa posibilidad y un 19,3% no sabe o no puede usar Internet. El 60,4% de los ciudadanos también sabe que puede retirar los medicamentos recetados por la sanidad pública fuera de su comunidad autónoma gracias al sistema de receta electrónica interoperable (el 44,3% ha utilizado este servicio).

El Barómetro Sanitario es una encuesta de opinión de periodicidad anual, que desde 1993 realiza el Ministerio de Sanidad, en colaboración con el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). La encuesta anual, base del estudio, la componen unas 7.800 entrevistas domiciliarias a personas de 18 y más años, en todas las provincias españolas. La primera oleada se ha realizado en el mes de abril de 2024 con 2.576 entrevistas.

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