Una de las mejores frases de los periodistas deportivos (y será que no tenemos varias) es esa de que no hay que meter la política en el deporte. Lo proclaman y después se ponen a cantar el himno de la selección de su país y a darle vivas, porque eso no es política y en los toros, ya lo saben, el toro no sufre. Política es decir, cuando te conviene, que no hay que meter la política en el deporte; política es contestar, cuando te preguntan por un tema concreto, que no hablas de política, ya que estás centrado en el partido que se disputa dentro de dos días. Así que cuando Unai Simón dice que no quiere hablar de ese tema, está hablando de ese tema y cuando Carvajal contesta que tampoco quiere hablar de ese tema, pero que él quiere un país seguro y sin paro, sí, claro, está hablando de ese tema.

Lo que los futbolistas evitan es que se les etiquete de ser de izquierdas o de derechas porque eso supone perder seguidores de un lado o de otro y eso conlleva una bajada de ingresos por marketing y que sea más incómodo jugar en determinados campos. Sin embargo, la actitud de los futbolistas significaría que uno es de izquierdas o derechas según lo que mete en la urna cada cuatro años (bueno, en España a cada rato), cuando, me parece, ser de izquierdas o de derechas es más un modo de pensar y de adecuar tu vida a ese pensamiento. En El lado oeste de la Casa Blanca, Josh y Donna definen, en una de esas legendarias discusiones de pasillo marca de la casa de Aaron Sorkin, qué es ser de izquierdas o de derechas: ¿quieres que el Gobierno recaude tu dinero y lo utilice para el bien común o consideras que gastando cada uno su dinero se ayuda al bien común?

Aunque luego todo es más complicado. Por ejemplo, ¿hay fútbol de derechas o de izquierdas? Creo, (pero cito de memoria) que fue el escritor Gonzalo Torné quien escribió que Almudena Grandes escribía temas de izquierdas con una forma de derechas, mientras que Cela, de derechas, escribía como si fuera de izquierdas. ¿Se me entiende?

Si el fútbol de izquierdas es el que propone el espectáculo para alcanzar el resultado; el de derechas es el que busca el resultado pasando de todo lo demás. La Francia de Mbappé, así, sería de las segundas, la España de Unai Simón y Dani Carvajal de las primeras.

Compartir
Exit mobile version