La segunda temporada de La casa del dragón ya ha comenzado en Max, y lo ha hecho con un primer episodio que nos dejó un final de infarto en el que Sangre (Sam C. Wilson) y Queso (Mark Stobbat), los dos asesinos contratados por Daemon (Matt Smith), asesinaban al pequeño Jaehaerys, hijo y heredero de Aegon Targaryen (Tom Glynn-Carney).

El segundo episodio del spin-off de Juego de tronos, titulado Rhaenyra la Cruel y con una duración de 69 minutos, nos muestra la reacción de Negros y Verdes ante este hecho y las represalias que toman Aegon y los suyos contra Rhaenyra (Emma D’Arcy). Una vez más, la venganza se convierte en motor de la historia de Poniente.

Un capítulo que sigue la misma estructura del primero de la temporada, ya que sus primeras escenas están llenas de diálogos de estrategia, emociones y planes de venganza, y su trepidante e intenso final vuelve a dejarnos con el corazón en un puño. Te contamos lo que nos ha parecido, a partir de ahora con SPOILERS.

La verdadera cara de Daemon

Siempre habíamos sabido que Daemon, el príncipe díscolo hermano del rey Viserys (Paddy Considine), quiere ocupar el Trono de hierro desde que tiene uso de razón, pero hay quien pensaba que quizá al enamorarse de Rhaenyra su sed de poder se había aplacado. Nada más lejos de la realidad, pues el rebelde Targaryen sigue tomando decisiones por su cuenta sin consultar a su reina, dando como resultado la muerte del infante Jaehaerys, algo que Rhaenyra jamás habría aprobado.

Daemon (Matt Smith) y Rhaenyra (Emma D’Arcy) en ‘La casa del dragón’
Cinemanía

Así, asistimos a una discusión entre marido y mujer, que estalla cuando la líder de los Negros se entera del terrible asesinato de su medio nieto. Ella siempre sospechó de quien duerme a su lado, y le echa en cara que jamás se fió de su supuesta lealtad. Es una escena larga, vibrante, ardiente, en la que sus intérpretes Matt Smith y Emma D’Arcy, con dirección de  Clare Kilner, se dejan la piel y además muestran una química envidiable.

Finalmente, Daemon prácticamente admite que sus órdenes para Sangre y Queso si no encontraban a Aemond (Ewan Mitchell) eran acabar con uno de los hijos pequeños de Aegon. Además, es incapaz de inclinarse ante su esposa y de verla como reina, pese a expresarle que la ama (dejando ver sus verdaderas intenciones, las de ocupar el trono), y acaba abandonando Rocadragón a lomos de su dragón Caraxes, quien sabe si para ocupar Harrenhal por su cuenta, su antigua misión como vasallo de Rhaenyra, o para buscar su propio camino.

Los hermanos Cargyll

Si alguien roba el protagonismo en este 2×02 de La casa del dragón, esos son los hermanos gemelos Arryk Cargyll y Erryk Cargyll, interpretados por Luke Tittensor y Elliot Tittensor respectivamente. Recordemos que estos apuestos y valientes hermanos se separaron en el momento del comienzo de la gran disputa de la trama, y mientras Arryk permanece en Desembargo del Rey junto a Alicent (Olivia Cooke) y los Verdes, Erryk se encuentra en Rocadragón, fiel a Rhaenyra y los suyos.

Los gemelos Cargyll de 'La casa del dragón'
Los gemelos Cargyll de ‘La casa del dragón’
HBO

El capítulo 2 nos sigue mostrando como los integrantes sin poder alguno de cada bando toman decisiones de venganza por su cuenta. Después de Daemon le llega el turno a Ser Criston Cole (Fabien Frankel), posiblemente el personaje más odiado de toda la serie. Este inestable, caprichoso y temerario personaje sigue odiando a Rhaenyra por puros celos y, aunque ahora sea el amante de Alicent, quiere acabar con la Targaryen a toda costa.

Así, coacciona y ordena a un pobre Arryk Cargyll que se haga pasar por su hermano gemelo Erryk, guarda de Rhaenyra, para matarla. De esta manera asistimos a un trepidante final lleno de suspense y perfectamente ejecutado en cuanto a ritmo y tensión en el que Arryk se introduce en Rocadragón y consigue llegar a los aposentos de la reina. Allí tiene lugar una lucha de gemelos en la que es imposible distinguir quién es quién, pero tras la que Ser Erryk, después de vencer a su hermano, decide quitarse la vida ante la mirada horrorizada de Rhaenyra.

Arryk Cargyll nunca estuvo seguro de su misión ni de matar a la reina de los Negros, y siempre tuvo buen corazón como su hermano. Es una pena no poder volver a disfrutar de los Tittensor en pantalla y del poderoso lazo de sangre que les unía, pero este intento de asesinato desde luego tendrá nuevas consecuencias. ¿Se acabará en algún momento esto de ir matando de uno a uno a miembros del bando contrario por mini venganzas y decisiones individuales? Esperemos que sí y que la ficción no comience a tornarse repetitiva en su intento de cebar la explosión definitiva de la guerra.

Sea como fuere, Criston dio la orden a Arryk por su cuenta, y aunque Aegon le dé su apoyo no ocurre lo mismo con Alicent y Otto Hightower (Rhys Ifans), desde siempre mucho más prudentes. Así, todo este asunto concluye con el líder de los Verdes destituyendo a su abuelo como Mano del Rey, dándole a ser Criston Cole este nuevo cargo en un arrebato de rabia. Cuidadito. Cuidadito con esto.

Nuevas estrategias y alianzas

Este capítulo de la segunda temporada sigue mostrándonos nuevas motivaciones y diferentes caras de sus personajes. Así, vemos como Otto, estratega absoluto de la casa Targaryen, obliga a Helaena (Phia Saban) y a Alicent a acompañar a un cortejo fúnebre exponiendo el cadáver de Jaehaerys para mostrar la brutalidad de los Targaryen y poner al reino de su parte. Algo que parece funcionar, pues ahora gran parte de Desembarco del Rey culpa a Rhaenyra. Rhaenyra, la Matarreyes. Rhaenyra, la Cruel.

También vemos cómo Aemond, un personaje tan enigmático como fascinante y a priori tan cruel como su hermano, se muestra encogido y arrepentido de lo que le hizo a Lucerys (Elliot Grihault). A Aegon también le vemos llorar en este episodio, y es que pese a su ira y su sed de venganza sigue siendo un joven padre que ha perdido a su hijo y heredero. Desde luego, estos dos hermanos son magnéticos.

Además, todo apunta a que Mysaria (Sonoya Mizuno), el Gusano Blanco, se convertirá en una nueva y fuerte aliada de Rhaenyra, ya que es quien avisa a la reina del ataque de Arryk tras liberarla esta de su encierro, y su lealtad a Otto Hightower y los suyos ya quedó totalmente rota en el pasado. Seguro que la astucia de estas dos mujeres junta tiene mucho que aportar. 

Por último, el episodio nos presenta a los hermanos Alyn (Abubakar Salim), reconocido constructor de barcos de Marcaderiva, y Addam (Clinton Liberty) de Hull, quien le pide a su hermano que saque partido de la estima que le tiene la Serpiente Marina, Corlys Velaryon (Steve Toussaint).

El segundo capítulo de la segunda temporada de La casa del dragón sigue presentando un ritmo lento en el que predomina más la estrategia que la acción. Después de dos primeros episodios bien surtidos de “ojo por ojo”, ambos bandos están calentitos y llenos de ira: se han perdido las vidas de dos niños, y la reina de los Negros ha estado a punto de ser asesinada. ¿Saltará todo definitivamente por los aires en el tercer capítulo? Lo sabremos dentro de una semana en Max.

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