Se llamará Sistema Onvios y su objetivo será registrar, seguir y prevenir los delitos sexuales. La idea es que esté conectado a las bases de datos policiales para que la información se cruce entre las distintas instituciones relacionadas en cualquier grado con esta violencia —policías nacionales y autonómicas, Guardia Civil y penitenciarias, entre otras—, y crear motores de búsqueda integrados en esas bases de datos para poder saber con el mayor detalle posible la información de los casos para, por ejemplo, identificar hechos similares en distintos puntos geográficos o ayudar a esclarecer denuncias sin resolver. También para poder generar protocolos que prevengan otros. Este nuevo sistema es “el objetivo prioritario” de la nueva Oficina Nacional contra las Violencias Sexuales (Onvios), que este jueves ha presentado el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska.

Esta herramienta, ha dicho el ministro, servirá para dar una “respuesta innovadora a los casos” y mejorar “la investigación operativa y científica de estos delitos” que llevan años en un crecimiento sostenido con un porcentaje alto de jóvenes, tanto entre víctimas como agresores. Tanto Marlaska como Belén Crego, la jefa del Área de Violencia de Género —y ahora también sexual—, Estudios y Formación, han adelantado algunos de los datos del informe anual, que se publicará mañana. Entre ellos, que los hechos conocidos el año pasado ascienden a 21.825, un ascenso respecto al año anterior de más del 14%, dando continuidad al “patrón de crecimiento, solo interrumpido en 2020 por la situación de pandemia”, y que “hay un claro componente estacional, con picos de denuncias en los meses de verano y de descenso en invierno”, ha explicado Crego.

En cuanto a la tipología, “el 81% son por delito de agresión sexual, siendo el resto mucho más minoritarios” y de ese 81%, “uno de cada cinco son agresiones sexuales con penetración”, además, tres de cada cuatro víctimas “son menores de 30 años”, ha añadido la jefa de Área. De estos delitos se esclarecen el 81,6%, pero la cuestión, han apuntado Marlaska y Crego, es ir más allá. Crego ha hecho referencia a las “consecuencias devastadoras sobre la víctima”, al “atentado contra los derechos humanos” que supone esta violencia, a la necesidad de “reducir la infradenuncia” y a la “cifra oculta”, que en España se estima que está en el 90%, es decir, que solo se conoce una de cada diez agresiones.

Interior crea la nueva oficina para aglutinar el trabajo de todas las instituciones contra todas las cuestiones anteriores. De ahí también la creación del Sistema Onvios. El ministro ha explicado que la herramienta se vinculará también a otras dos ya existentes. Al Sistema VioGén, el de seguimiento de las víctimas de violencia machista (la que se da dentro de la pareja o expareja) para intercambiar información que pueda servir a la violencia que cubre cada una; y a AlertCops, una app para contactar con Policía y Guardia Civil para denunciar un delito o avisar de que se está en peligro o de que otra persona lo está.

Esa oficina, dependiente de la Secretaría de Estado de Seguridad, de Interior, estaba prevista entre los objetivos del Plan Estratégico para la Prevención de las Violencias Sexuales que se firmó el pasado año y que va hasta 2027. Sobre ella recaerá, precisamente, la responsabilidad de que se cumpla el plan y tendrá capacidad para dar instrucciones concretas a los distintos cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado.

Si se hace una revisión de dónde están los puntos en los que el sistema tiene margen de mejora, las funciones de la nueva oficina parecen estar enfocadas ahí. Sobre todo tres. Una de esas lagunas son los fallos en la coordinación entre distintos organismos y en el intercambio de información, que suponen a veces brechas por las que se cuela la violencia de género en cualquiera de sus formas; y una de las tareas, por ejemplo, será la creación de canales que conecten a los distintos cuerpos, instituciones, organismos y entidades relacionadas con la violencia contra las mujeres para intercambiar información, conocimientos y experiencias y poder cooperar entre ellas.

Otra es la formación de los agentes, no homogénea y no del todo extendida, en el tratamiento de este problema estructural, y también con las víctimas. Onvios también tendrá como objetivo “potenciar” esa formación. La tercera, más investigación para comprender mejor la violencia sexual, y, por lo tanto, poder mejorar la prevención o, en último caso, la reparación. Así, han explicado, el sistema “asumirá el desarrollo de actividades de investigación científica sobre delitos sexuales en colaboración con universidades, organismos y entidades de producción científica, así como la elaboración de informes técnicos y estadísticos sobre diferentes aspectos de la violencia sexual”.

“La violencia sexual es una prioridad” además de “una responsabilidad de cualquier democracia”, ha afirmado Marlaska, que ha incidido en la “preocupación” por la elevada proporción de menores y mujeres jóvenes víctimas y por esa “tendencia al alza que tiene que ver con el aumento de las denuncias y por la tolerancia cero de la sociedad hacia estos delitos”, pero esa visibilización creciente, que es una cuestión positiva, no diluye que la violencia sexual “constituye un grave problema de seguridad y salud pública de relevancia que afecta a muchas personas directa o indirectamente, y afecta a la sociedad por el impacto devastador sobre las personas afectadas y sus entornos y socava los pilares de una sociedad justa y equitativa”.

El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.

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