Gorro de pescador, sin camiseta y completamente boca abajo agarrado a unas anillas. El escocés James Clatcher, de 55 años, no se esperaba que tres agentes de la Guardia Civil le sorprendieran justo mientras practicaba calistenia en una playa de Nerja (Málaga, 22.176 habitantes) para detenerlo. Fue el pasado 21 de mayo y llevaba ya varios meses residiendo en la localidad malagueña y hacía una vida completamente normal a pesar de que se sabía buscado por la justicia. El hombre se había esfumado de Escocia en 2022 cuando estaba pendiente de juicio acusado de dos agresiones sexuales en su país. “No se escondía demasiado”, cuentan fuentes de la investigación, sorprendidas porque al ahora arrestado es muy reconocible debido a un tatuaje en la cara y otros muchos que lleva a lo largo del cuerpo.
Clatcher había desparecido en circunstancias extrañas en Escocia. En 2022, su coche, marca Suzuki, apareció abandonado en la orilla de un lago en la localidad de Arrochar, en el centro del país. Las autoridades policiales arrancaron una investigación para saber qué había ocurrido y determinaron que su desaparición había sido voluntaria. Tenían argumentos. El hombre había sido arrestado meses antes acusado de agredir sexualmente en 2019 y 2020 a dos mujeres a las que había conocido a través de una aplicación de citas. Tras su arresto, había dado garantías a los tribunales de que no saldría del país hasta que se celebrara el juicio, pero antes de sentarse en el banquillo de los acusados desapareció. La última vez que se le vio fue el 30 de mayo de aquel año en la Airdrie, municipio cercano a Glasgow. Nadie sabía su recorrido desde entonces, pero sí que un tiempo más tarde llegaría hasta la Costa del Sol oriental.
El pasado mes de abril, la Agencia Nacional contra el Crimen (NCA por sus siglas en inglés), avisó a la Guardia Civil de que el hombre podría estar en Nerja y que estaba calificado como peligroso. El organismo público publica de manera periódica fotografías de los sujetos más buscados en Reino Unido y las distribuye entre la prensa. Debido a la gran colonia británica asentada en el litoral malagueño y que éste suele ser escondite habitual de huidos de la justicia, también hace hincapié en que la información llegue hasta la zona. Una persona anónima lo reconoció y llamó a la NCA, que más tarde informó a las autoridades españolas. La fuente decía que el fugitivo hacía mucho deporte.
El equipo de Huidos de la Justicia de la Guardia Civil arrancó entonces una investigación. Averiguaron que Clatcher había trabajado como monitor de un gimnasio en su país y realizaron un seguimiento de los centros deportivos que hay en la localidad. También dieron con un grupo muy activo en redes sociales cuyos miembros realizaban quedadas públicas para la práctica deportiva. “Iban a correr en grupo, hacían ejercicios juntos y cosas así”, señalan fuentes del caso. A finales de la pasada primavera los agentes se desplazaron hasta Nerja para afinar más su trabajo y empezaron a realizar vigilancias. “Vimos que hacía una vida bastante normal y que se mezclaba con la comunidad local”, añaden fuentes del Grupo de Huidos de la Justicia de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil que han dirigido el caso con apoyo de la policía escocesa.
La mañana del 21 de mayo, los investigadores encontraron al individuo, precisamente, practicando calistenia en una de las playas de la localidad. Aprovecharon la ocasión para sorprenderle. Y tres agentes le pusieron las esposas sobre la propia arena. Más tarde fue puesto a disposición del Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, donde se decretó su ingreso en prisión a la espera de que sea extraditado al Reino Unido.
El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia de género y a sus familias o entorno las 24 horas del día, todos los días del año. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero se ha de borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016.
