Los regalos de Navidad pueden terminar en el fondo del armario. Pero este año, Europa recibió un regalo que realmente marcará la diferencia. El invierno extraordinariamente suave en la mayor parte del continente significa que comienza 2023 con la caída de los precios del gas y el almacenamiento completo. Este siempre estuvo destinado a ser el año crucial para el suministro. El cojín adicional ayudará a suavizar el golpe.
Un inventario más alto refleja los beneficios de las fuentes de suministro ágiles, el ahorro y la buena suerte. Europa respondió a las menores importaciones de gas ruso de unos 80.000 millones de metros cúbicos año tras año extrayendo 65.000 millones de metros cúbicos de gas natural licuado adicional.
Mientras tanto, la demanda europea de gas (incluidos Turquía y el Reino Unido) cayó un récord de 70 bcm a menos de 500 bcm, según Gergely Molnar de la AIE. Eso se debió a más energías renovables, reducciones, cambio de combustible y el clima.
Como resultado, el almacenamiento ahora está lleno en un 83,5 por ciento, lo que significa que Europa tiene 30 bcm adicionales en el tanque en comparación con los niveles muy reducidos del año pasado.
Ese exceso debería ser bienvenido ya que los próximos 12 meses serán más difíciles. Las importaciones rusas de gas disminuyeron solo gradualmente el año pasado. Incluso con los flujos actuales, Europa termina con 35 bcm menos que el año pasado. Si las temperaturas normales regresan, eso agregaría 10 bcm al consumo. La instalación de 20-25 bcm de nueva capacidad de importación de GNL ayuda.
Este búfer de almacenamiento adicional significa que las sumas cuadran en un caso base. Pero eso todavía pone a Europa en una situación difícil. Un año frío sin gas ruso duplicaría la cantidad de gas necesaria para cubrir cualquier brecha de suministro a más de 80 bcm. Y una China que emerge de Covid podría luchar con uñas y dientes por los envíos de GNL.
Eso significa que Europa necesita reformas estructurales. Los planes para hacer que los edificios sean más eficientes y aumentar las instalaciones solares y eólicas podrían reducir la demanda del próximo año en 15 bcm, según un informe reciente de la AIE, y eso podría duplicarse con un fuerte impulso.
Justo cuando se estiran los presupuestos, eso será costoso. Pero los formuladores de políticas deben ser conscientes de que la alternativa es volver a los precios de la gasolina altísimos y la destrucción forzada de la demanda.
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