BMW pagará 5.500 millones de euros a los accionistas después de un aumento de las ganancias por una mayor participación en su empresa conjunta china, así como precios más altos para sus costosos autos premium.
El fabricante de automóviles alemán propuso el jueves un dividendo de 8,50 euros por acción frente a los 5,80 euros del año anterior para permitir a los accionistas “participar en el éxito” de sus resultados preliminares de 2022.
La medida beneficiará principalmente a los hermanos Stefan Quandt y Susanne Klatten, herederos de BMW que poseen aproximadamente la mitad de la empresa y forman parte de su junta de supervisión.
BMW reveló el año pasado que había obtenido el permiso de Beijing para aumentar la participación en su empresa conjunta con el socio chino Brilliance Auto del 50% al 75% por 3.700 millones de euros.
China, con su gran clase media en rápido crecimiento, se ha convertido en el mercado clave para los fabricantes de automóviles alemanes, dejándolos cada vez más expuestos a las crecientes tensiones geopolíticas entre el país y Occidente.
“Para alemán [carmakers]China representa alrededor del 40 por ciento de las ganancias, por lo que si puede obtener el control de este negocio, eso tiene una importancia estratégica”, dijo el analista de Stifel Daniel Schwarz.
Los herederos de BMW, Stefan Quandt, y su hermana, Susanne Klatten, poseen aproximadamente la mitad de la empresa y forman parte del consejo de supervisión © Hannes Magerstaedt/Getty Images
“A otras empresas les gustaría hacer lo mismo”, agregó, ya que se requiere el permiso de Beijing cuando las empresas occidentales aumentan su participación o se hacen cargo de empresas conjuntas chinas.
“Lo único ahora es que tienen la mayor exposición a China, por lo que si un inversor tiene una opinión negativa sobre China, entonces BMW podría parecer más arriesgado”.
Schwarz agregó que el dividendo fue “alto, pero no una sorpresa”, ya que siguió la orientación de BMW sobre un rango objetivo de 30-40 por ciento de la ganancia neta.
El aumento de la participación, junto con los precios más altos de los autos premium de BMW, impulsó un salto del 46,4 por ciento en las ganancias el año pasado a 23.500 millones de euros. Las ventas aumentaron un 12 por ciento a 279.000 millones de euros.
La escasez de chips y otras partes el año pasado frenó las ventas de automóviles, dejando a cientos de miles casi terminados en las fábricas.
Los fabricantes de automóviles respondieron dando prioridad a los modelos más caros, con mayores márgenes de beneficio, lo que generó un excelente año para la industria.
Las ganancias antes de intereses e impuestos de su rival Mercedes-Benz aumentaron un 28 por ciento a 20.500 millones de euros el año pasado, mientras que Volkswagen anunció la semana pasada un aumento de casi el 10 por ciento en las ganancias antes de impuestos a 22.000 millones de euros.
Schwarz reprimió una reacción tibia de los inversionistas debido a la ligera falta de consenso de BMW sobre su margen de ganancias y las sólidas cifras de Mercedes y VW, lo que significaba que las buenas noticias ya se habían incluido en el precio.
El precio de las acciones de BMW, que aumentó casi un tercio el año pasado, cayó un 1 por ciento a 99,53 euros al cierre del mercado en Frankfurt el jueves.